“El Gobierno cree que la economía tiene un resfrío fuerte” y no ve el “cáncer fiscal”, advierte analista

El economista Gonzalo Chávez analizó las acciones que lleva adelante el Gobierno y observó que sugerencias como el control de dólares a los exportadores contamina el Diálogo Nacional con los empresarios.

“En vez de actuar, el Gobierno llama a un referendo y a estos diálogos, pero la situación es tan dramática que tienes que tomar decisiones”, dijo el analista

Fuente: Unitel

 



“El Gobierno cree que la economía boliviana tiene un resfrío fuerte y muchos sectores empresariales, como la Cainco, advierte que estamos frente a un problema de cáncer fiscal”, advirtió el economista Gonzalo Chávez al hacer un análisis de las acciones que se llevan adelante frente a la coyuntura actual que atraviesa el país.

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Chávez observó que el Gobierno ha seguido gastando, por eso hay un déficit público hace 11 años, el cual alcanzó el 11% en la pasada gestión y remarcó que la crisis comercial ha contagiado a la crisis fiscal y esta está afectando al comportamiento del tipo de cambio. “Esto ya lo hemos visto varias veces en América Latina y en Bolivia en particular”, apuntó.

Asimismo, consideró que aún es prematuro saber qué va a pasar con el Diálogo Nacional por la Economía y la Producción que lleva adelante el Gobierno con los empresarios privados, pero advirtió que estos no son los espacios donde se debería conseguir información, datos, sugerencias y aplicarlas, pues todavía está en una etapa sumamente primaria en todos estos temas.

“En la lectura del Gobierno esto es transitorio, estamos frente a un problema de liquidez y consiguiendo un puñado de dólares, ya sea liberando exportaciones o controlándolas, se resolvería el problema; sin embargo, la mayoría de la gente, los empresarios, académicos y opinadores sostienen que estamos en realidad frente a un problema estructural, que este no es un problema de liquidez, sino de solvencia, de agotamiento del modelo económico”, expresó.

Para el analista, los problemas comenzaron en el 2014, pero se han profundizado. Y como no teníamos ingresos en divisas, el Gobierno ha utilizado las Reservas Internacionales del Banco Central de Bolivia, que eran como 15.000 millones de dólares, y ha gastado e invertido como 13.000 millones de dólares.

“No contento con eso, ha conseguido los dólares del sector privado que estaban en los bancos y los ha transferido a ellos, y ha seguido gastando ese dinero. No pudiendo todavía resolver ese asunto, ha pedido a la Asamblea que le permita vender 21 toneladas de oro. Así ha sido aprobado y se ha vendido, han entrado 1.500 millones de dólares y tampoco ha pasado nada”, agregó.

En este sentido, Chávez resaltó que el Gobierno ya no puede sustentar los ingresos que tiene y que deberían haber venido de lo que es el sector exportador, sin considerar que hay un problema estructural, “que no se va a pasar mañana ni de aquí a un mes”.

Además, consideró que el sector privado ha reaccionado muy molesto porque en pleno diálogo ya salen con una estrategia de controlar dólares, la cual fue lanzada a través de la Central Obrera Boliviana (COB), uno de los “operadores políticos” del oficialismo, lo cual perjudica a la búsqueda de soluciones.

Chávez subrayó que este control es una medida parche y la búsqueda de solución debe enfocar en cómo salvar y recuperar un nuevo modelo económico “y eso pasa por reducir el déficit público”.

Sin embargo, ninguna de las mesas de diálogo que están en curso “se acepta que el problema es esta enorme cantidad de empleados públicos, las empresas estatales que no funcionan, el subsidioy todos los gastos superfluos en propaganda estatal, según el economista.

“En vez de actuar, el presidente (Luis Arce) y su Gobierno llama a un referendo y a estos diálogos, pero la situación es tan dramática que tienes que tomar decisiones. ¿Se imaginan Víctor Paz en el año 85-86 cuando se estableció el plan de estabilización y teníamos una hiperinflación, guardando las distancias y llamar a un referéndum para preguntar qué hacemos? No tiene sentido”, concluyó.