En medio de un segundo día de bombardeos, las regiones ucranianas sufren graves daños. El presidente ucraniano subraya la necesidad de más aviones y la autorización para llevar a cabo operaciones más allá de sus fronteras
Algunos rescatistas en el lugar de un ataque con misiles rusos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Kryvyi Rih (REUTERS)
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(Con información de AP)
Fuente: infobae.com
Rusia disparó decenas de misiles y drones contra Ucrania por segundo día el martes, incluidos algunos que, según el presidente ucraniano, fueron derribados por aviones de combate F-16 suministrados por Occidente antes de que alcanzaran sus objetivos.
El ataque mató al menos a seis personas, destruyó un hotel, casas y edificios residenciales así como infraestructura crítica en varias regiones ucranianas. Kiev y otras ciudades sufrieron cortes de energía en medio de un calor sofocante.
Como suele hacer en las declaraciones posteriores a los bombardeos rusos, el ejército ucraniano enumeró las regiones rusas y los territorios ocupados desde donde se lanzaron las armas. El presidente Volodimir Zelensky y otros altos funcionarios han pedido repetidamente a Estados Unidos que levante las restricciones y permita que Ucrania ataque profundamente dentro de Rusia para atacar la infraestructura militar responsable de la guerra.
“(Los aliados) intentan no hablar conmigo sobre esto. Pero sigo planteando este tema. En general, eso es todo. Los Juegos Olímpicos terminaron, pero el ping-pong continúa”, dijo Zelensky.
En comentarios sobre el aparente primer uso por parte de Ucrania de los F-16 para derribar un misil, Zelensky agradeció a los partidarios de Ucrania por ellos, pero dijo que había muy pocos, y muy pocos pilotos entrenados para volarlos.
Entre las regiones rusas mencionadas como fuente del ataque del martes estaba Kursk, donde el jefe del ejército ucraniano dijo que sus tropas han ganado el control de casi 1.300 kilómetros cuadrados desde su incursión sorpresa hace tres semanas. Eso es aproximadamente el tamaño de Los Ángeles.
El general Oleksandr Syrskyi también dijo que Ucrania ha capturado a 594 prisioneros rusos en la operación, que dijo tenía la intención de alejar al ejército ruso de los combates en Ucrania.
La operación Kursk, la mayor incursión en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial, ha obligado a unos 130.000 residentes a evacuar sus hogares. Rusia ha enviado refuerzos a la región, pero no estaba claro hasta qué punto los movimientos podrían estar debilitando las posiciones de Rusia en territorio ucraniano. Los combates en la región han suscitado preocupaciones sobre los peligros que corre la planta nuclear de Kursk, dijo el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, que la visitó el martes. En un mensaje en X, dijo que la situación era “seria” y calificó de inaceptable cualquier ataque a una planta nuclear.
Un caza F16 (EFE)
“Ahora existe el peligro de un incidente nuclear aquí”, dijo Grossi. “Hoy me informaron de varios casos de ataques con drones en el territorio, en las instalaciones de la planta. En la planta vi rastros de estos ataques”.
Pero la planta ahora está operando “en un modo muy cercano a la normalidad”, dijo.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó el martes que Ucrania ha sufrido fuertes bajas en Kursk —unos 6.600 soldados muertos o heridos— y que más de 70 tanques han sido destruidos junto con decenas de vehículos blindados. Esas cifras no pudieron ser confirmadas de forma independiente.
La reivindicación del jefe del ejército ucraniano sobre el control territorial se produjo horas después del segundo bombardeo consecutivo de ataques aéreos y con misiles nocturnos desde Rusia. Se informó de cinco muertos y 16 heridos en los ataques, que según Zelensky incluyeron 81 drones, así como misiles balísticos y de crucero.
En la región de Kiev, que sufrió apagones tras el ataque del lunes que tuvo como objetivo instalaciones energéticas en todo el país, se emitieron cinco alertas aéreas durante la noche. La administración regional dijo que las defensas aéreas destruyeron todos los drones y misiles, pero los escombros que cayeron provocaron incendios forestales.
Después del bombardeo del lunes en Ucrania de más de 100 misiles y un número similar de drones, el primer ministro Denys Shmyhal dijo que “la infraestructura energética se ha convertido una vez más en el objetivo de los terroristas rusos” e instó a los aliados de Ucrania a proporcionarle armas de largo alcance y permiso para usarlas en objetivos dentro de Rusia.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que los ataques utilizaron “armas aéreas y marítimas de precisión de largo alcance y drones de ataque contra instalaciones de infraestructura energética críticas que respaldan el funcionamiento del complejo militar-industrial de Ucrania. Todos los objetivos designados fueron alcanzados”.
Las autoridades rusas informaron que cuatro misiles ucranianos fueron derribados sobre la región de Kursk.