El sector campesino de La Paz liderado por David Mamani determinó ayer un bloqueo de caminos en el departamento a partir del 16 de septiembre como medida de presión para lograr la renuncia de Luis Arce y David Choquehuanca.
eju.tv
Juan Carlos Véliz / La Paz
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, anunció que asumirá “medidas necesarias” para evitar bloqueo de caminos y cercos a las ciudades como anunciaron sectores afines al expresidente Evo Morales desde el 16 de septiembre para que éste sea habilitado como candidato presidencial por el MAS para las elecciones generales de 2025.
“No estamos de acuerdo con la política del señor Evo Morales de tratar de desestabilizar un Gobierno democráticamente electo, no estamos de acuerdo con las políticas de cercar las ciudades y que no permitan el ingreso de alimentos a las capitales, intermedias o cualquier ciudad del territorio nacional, por lo tanto, vamos a tomar todas y cada una de las medidas necesarias porque el pueblo boliviano quiere vivir en paz y quiere vivir en tranquilidad”, afirmó el funcionario ayer, según cita la agencia oficial ABI.
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El expresidente Evo Morales anunció el inicio de una marcha desde Caracollo (Oruro) hasta La Paz desde el 17 de septiembre para presionar al Gobierno y al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para que reconozcan el congreso del MAS del ala evista de Lauca Ñ (Cochabamba) que se realizó el 3 y 4 de octubre de 2023, donde fue reelecto y declarado candidato único a la Presidencia.
Si su demanda no es atendida anunció el inicio de bloqueo de caminos desde el mes de octubre mientras los campesinos de La Paz liderados por el dirigente David Mamani determinaron ayer el inicio de bloqueo de caminos desde el 16 de septiembre en el departamento para exigir la renuncia del presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca.
El objetivo de los movilizados es cercar particularmente la ciudad de La Paz, sede del Gobierno, para evitar el ingreso de alimentos y carburantes como ocurrió durante la crisis política de 2019.
Del Castillo denunció que está en marcha un plan de “desestabilización” en contra del Gobierno con el objetivo de acortar el mandato de Arce.
“Él (Evo Morales) ya venía diciendo y todo el grupo que lo acompaña vienen diciendo que por las buenas o por las malas van a sentar a Evo Morales en la silla presidencial. Nosotros no queremos que se afecte la democracia, uno de los valores que tiene el pueblo boliviano y nosotros siempre vamos a luchar en contra de aquellas personas que intenten generar movimientos desestabilizadores y tratan de interrumpir la democracia en nuestro país”, anunció el ministro de Gobierno.
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El MAS afronta una división interna por el control del partido entre evistas y arcistas, ambos grupos pugnan por el liderazgo del partido pese a que sus estatutos internos indican de que para elegir a sus dirigentes deben encontrar consensos.
Para generar un poco más de interés ciudadano, el bloque evista incluyó en su agenda de peticiones la atención inmediata del Gobierno a la crisis económica que golpea al país con escasez de dólares y combustibles.