Racionamiento y pozos secos agobian a pobladores de zonas azotadas por la sequía

En áreas urbanas dotan el servicio por algunas horas y en las comunidades se asiste con cisternas. En Candelaria cierran con llave el pozo durante la noche para acumular agua. De los 56 municipios, 26 están en desastre por sequía e incendios

Deisy Ortiz Duran.

La sequía
La sequía

 

Fuente: El Deber



Ante la falta de agua, pobladores de Candelaria se han visto obligados a pegar con candado, durante la noche, el acceso al pozo de agua para que acumule algo para abastecer a primeras horas. Solo alcanza para los que madrugan.

En esa comunidad, ubicada a 20 kilómetros de Concepción, las mujeres acuden desde las 5:00 para llenar sus baldes, galones y otros recipientes para tener agua para el consumo, la cocina y el aseo. Esa es la única fuente de agua para los comunarios, porque el atajado está verdoso y la bomba se encuentra dañada.
Lo que sucede en esta comunidad muestra el sufrimiento de las familias en los municipios, donde el agua es escasa y sufren por los incendios.

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En otras zonas están con los pozos secos, deben caminar largas distancias para encontrar algo de agua y esperar el paso de las cisternas que no son suficientes. En zonas urbanas están racionando el agua potable.

Hasta el momento, 26 de los 56 municipios del departamento de Santa Cruz, es decir, más del 50 por ciento, se ha declarado en desastre por sequía e incendios, según datos de la Gobernación.

Los gobiernos municipales han agotado sus recursos para asistir a la población, por lo que han activado este mecanismo para recibir ayuda del ente departamental y nacional. Sin embargo, los pobladores y autoridades señalan que la ayuda tarda y no es suficiente.

“Los que madrugan son los que se abastecen de agua”, señala Zulma Camargo, comunaria de Candelaria, que se traslada hasta Concepción para poder lavar ropa y abastecerse, porque el pozo no alcanza para todos.

Comenta que también tienen un atajado que está casi seco, pero igual hay personas que lo usan para lavar y bañarse. “Los animales van y toman en ese lugar, por eso está sumamente verde. Algunas personas se animan a lavar, aunque da miedo que haga daño”, dice.

Manifiesta que en esa comunidad hay una bomba que se construyó hace dos años, pero está fregada y no pueden usarla, por lo que piden a las autoridades o instituciones que puedan colaborarlos. Asegura que la única cisterna que fue desplazada hasta la zona no abasteció ante tanta carencia.

Otro de los municipios más golpeados es Ascensión de Guarayos, donde este lunes se comenzará a racionar el agua potable en Ascensión para garantizar la provisión el próximo año. La medida fue dispuesta por el Centro de Operaciones de Emergencia (COEM) y anunciada por el alcalde, Pablo Eddie Guaristi, quien recalcó que, si bien hay agua suficiente hasta diciembre, se están anticipando ante la posible eventualidad de que no llueva hasta fin de año, lo que pondría en riesgo el abastecimiento desde enero de 2025.

En este municipio también hay más de 40 comunidades que están siendo golpeadas por la escasez de agua, por lo que el Gobierno Municipal desplaza cisternas para proveer del líquido elemental.

Según el alcalde, desde marzo no caen lluvias de gran intensidad en la zona, lo que llevó a analizar alternativas ante una posible escasez de agua potable en la última reunión del COED, en la que participaron técnicos de la Cooperativa de Servicios Públicos Ascensión de Guarayos (Cospas).

 Aseguró que los trabajos de mantenimiento a la laguna de embalse, con el retiro de sedimento y el aumento de talud, dieron buenos resultados y se logró almacenar un mayor volumen de agua, pero es necesario tomar previsiones.

“Es mejor prevenir y racionar. Se dará agua desde de las 5:00 hasta las 23:00 y durante la noche se acumulará lo suficiente para abastecer en enero, para garantizar el abastecimiento en caso de que no llueva hasta diciembre. No queremos que nos pase como en 2022, que en enero no teníamos agua”, sostuvo el alcalde.

Por su lado, el gerente de la cooperativa Copas, Pedro Choque, señaló que se está haciendo todo lo posible para reducir a tres las horas el corte del servicio. “La cooperativa tiene pozos y verá la forma de cómo inyectar agua para que el racionamiento sea menor, unas tres o cuatro horas”, dijo al confirmar que la medida se aplicará desde el lunes en esta localidad, donde unas 27.000 personas se abastecen del sistema de agua potable.

El alcalde también informó que tienen tres pozos perforados, con un caudal 19 litros por segundo, y hay un proyecto para construir el sistema de cañerías para conectarlos con la planta potabilizadora, lo que ayudará con el abastecimiento a la población.

Este municipio se declaró en desastre por incendios y sequía a finales de agosto, cuando se reportaban 45 comunidades y 1.230 familias afectadas. También se registran daños en el sector ganadero y agrícola. La Alcaldía desplaza cisternas para abastecer a las comunidades que están con sus norias y pozos secos.

La crisis del agua también golpea a San Matías, donde los incendios vinieron a complicar la situación de las comunidades, especialmente las que son puerta de entrada al ANMI San Matías, seriamente afectadas por las llamas. Incluso, tras las lluvias, en algunas zonas los pobladores enfrentan dificultades porque el agua es negra.

Ricardo Barbery, poblador de la zona y guardaparque del ANMI San Matías, informó que en San Fernando están con los pozos secos y en Santo Corazón el agua potable no se puede beber porque, tras las lluvias, el agua que sale de las piletas es negra.

En Pozones la gente tiene que caminar hasta dos kilómetros para encontrar agua y llevar en bidones hasta sus hogares. Barbery dijo que están haciendo gestiones con instituciones y voluntarios para desplazar cisternas, porque las que tiene el municipio no abastecen para todas las zonas.

También sufren los animales que son el sustento para los pobladores, así como la fauna silvestre. Ríos de Pie y Alas Chiquitana han trasladado cisternas para llenar los pozos donde los animales silvestres salen a buscar agua, pero ante la necesidad también se está asistiendo a los pobladores, indicó Barbery.

San Javier es otro de los municipios que se ha declarado en desastre. “Nos ha golpeado con fuerza, estamos sufriendo en el área urbana, pero en las comunidades se siente mucho más”, dijo Julio César Méndez, jefe de la Unidad de Medio Ambiente y Gestión de Riesgos.

Indicó que durante el día racionan el agua en la zona urbana, es decir, que tienen algunas horas en la mañana y otro poco por la tarde.

A las comunidades llevan agua, dependiendo de la distancia, cada cuatro o cinco días.

Este municipio tiene 90 comunidades, pero en algunas cuentan con pozos de agua, pero otras no tienen nada.
“Son unas 25 comunidades que no tienen agua y se les lleva en cisterna. La gente almacena en bidones, baldes, en lo que puede. Hay comunidades que cuentan con tanques y se les llena para que distribuyan”, dijo Méndez.

Municipios en desastre
De acuerdo con los datos oficiales, hasta el momento los municipios que están declarados en desastre por sequía e incendios son Roboré, Puerto Suárez, San Javier, San Matías, San Antonio de Lomerío, San Ramón, San Rafael, Concepción, San José de Chiquitos, San Ignacio de Velasco, Puerto Quijarro, El Puente, Urubichá, Ascensión de Guarayos y San Miguel. Además, tienen declaratorias por sequía los municipios de Cuevo, Boyuibe, El Trigal, Moro Moro, Samaipata, Kereimba Iyambae (Gutiérrez), San Julián, Cabezas y El Carmen Rivero Tórrez.

Pailón y Santa Rosa del Sara están en desastre por incendios.

Pérdidas en el sector ganadero
Los ganaderos también se ven afectados. Están perdiendo reses, porque no hay pastura ni agua por la sequía y los incendios.

En Ascensión de Guarayos estiman que alrededor del 50% del hato ganadero, unas 70.000 cabezas de ganado de un total de 140.000, se han quedado sin alimento. Hasta la fecha, al menos 250 reses han muerto como consecuencia de los incendios.

Los ganaderos de San Javier también reportaron la muerte de al menos 600 reses.

Fuente: El Deber