Entre el populismo cocalero y una pronta república federal

Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. José Ortega y Gasset

El reto de implementar la democracia real en un país heterogéneo y con una práctica y mentalidad populista.



El populismo no funciona sin plata y la que el MAS dilapidó durante estos años vino del extractivismo petrolero, minero y no de actividades productivas sostenibles. El modelo populista boliviano es de comercio y consumo y no de producción, salvo la coca.
Ahora, para salir de sus crisis, el Gobierno masista se endeuda, se presta plata y emiten billetes, con lo que no solucionan el problema, solo lo postergan. Salvo que hayan decidido no pagar.

En una perspectiva liberal, los ciudadanos deben ocuparse de sus asuntos y para esto deben no sólo conocer, sino además asumir sus circunstancias y ocuparse de todo aquello que los limita y condiciona.

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El liberalismo se centra en el respeto por la vida, la libertad, la propiedad privada y la seguridad jurídica. Aspira a una democracia que implica libertad individual sometida a la ley, un Estado que garantiza la igualdad de todas las personas y culturas, un Gobierno con separación de poderes, un poder judicial realmente independiente y con un sistema de controles y equilibrios entre las instancias del Estado.

Estos principios necesitan implementarse en una sociedad como la boliviana, que se caracteriza por ser heterogénea y con una economía primaria en un ochenta por ciento informal. Un país con una población multicultural, movimientos sociales activos, masas corporativas, sindicalistas, dirigidas por líderes verticalistas y no de ciudadanos con valores individualistas. De ahí la prevalencia populista en Bolivia, que además tiene fuertes raíces indígenas y actitudes racistas, las que son utilizadas por los políticos para dividir a la población.

Cambiar un país sometido durante 18 años a un régimen populista, exige un tratamiento particular para cada región y para cada grupo social, por lo que más que nunca se requiere de un Gobierno cerca del problema, es decir: Descentralización, Autonomía y Gobiernos federales.

Un componente adicional para entender la economía populista, bajo el masismo, es la siembra de coca y el narcotráfico, que genera importantes ingresos en dólares, los cuales alimentan el contrabando, la fuente de trabajo de importante parte de la población.

El crecimiento de esta actividad cocalera implica más tierras, las que se consiguen avasallando y quemando bosques en tierras fiscales del oriente, y que el actual gobierno populista cocalero, que maneja a su arbitrio las leyes, las dota en favor de sus seguidores llamados Interculturales.

Por su experiencia y práctica, la sociedad boliviana no tiene la mínima confianza en las Instituciones gubernamentales y para obtener cualquier reivindicación, la gran mayoría acude al movimiento de masas, con presiones y bloqueos para conseguir atención a sus demandas. De ahí el mote de Bloquivia.

Una Gestión gubernamental por resultados y con rendición de cuentas, es el reto del Liberalismo boliviano.

Todos los individuos tienen derechos naturales inalienables, como la vida, la libertad y la propiedad”. John Locke, liberal.

Los economistas y políticos liberales bolivianos vienen permanentemente haciendo propuestas, en este país diverso geográfico, étnica, culturalmente y cada uno de ellos con su propio sesgo.

Lo ideal es que todos ellos se junten y elaboren una propuesta viable y acorde a la realidad boliviana. En medicina cada remedio funciona adecuándose a las condiciones físicas y emocionales del paciente y de las secuelas de sus anteriores enfermedades.

Los liberales consideran como valores y principios generales: La libertad individual y social en lo político, la iniciativa privada en lo económico y cultural.

Postulan igualmente la igualdad y la libertad individual y apoyan la propiedad privada y los derechos individuales. Un gobierno constitucional limitado, reconociendo la importancia de valores relacionados como el pluralismo, la tolerancia, la autonomía, la integridad corporal y el consentimiento.

Hacen hincapié en la no intervención del Estado en la economía, la libertad económica, abogando por la reducción de las regulaciones económicas públicas. Vale decir un gobierno eficaz que debe estar lo más cerca de los problemas del ciudadano. Este sin duda es el Gobierno Federal Democrático.

Debemos dejar de lado la idea de que el Estado debe ser un actor fundamental del desarrollo. Por lo contrario, necesitamos entender que el problema es el Estatismo, el centralismo y que no corresponde al Gobierno del Estado definir nuestra vida y nuestra economía y menos donde y como invertir.

La base del progreso es, sin duda, la libertad individual, la libre iniciativa, la propiedad privada.

Algunas ideas liberales que se discuten en Bolivia.

El liberalismo es una forma natural de vivir. La gente emprendedora y productiva, agropecuarios, industriales, mineros, comerciantes, etc.

Todos los que están trabajando y producido saben lo que necesitan para avanzar y progresar, por supuesto esto no lo sabe un burócrata o un político demagogo.

Lo que corresponde al Estado es proveer seguridad jurídica y reducir las trabas para la creación de empresas. Además realizar las tareas que el mercado por sí solo no proporcionaría de manera eficiente, como la Defensa nacional, la infraestructura pública y ciertos aspectos de la educación y la salud.

Debemos entender que el principal problema del estatismo es el tremendo gasto fiscal, el que no se resuelve con préstamos. Esto se resuelve ajustando el gasto. Hasta ahora llevamos once años consecutivos de déficits fiscales porque el gobierno gasta demasiado.

La población reclama la falta de dólares y no quiere entender que la forma de obtenerlos es producir y exportar y no prestarse dinero. Pero para invertir y producir necesitamos algunos elementos esenciales como Libertad, Seguridad jurídica, aprobación de la Biotecnología, la reducción significativa de impuestos, trámites y regulaciones en el mercado laboral, la libre importación de combustibles, etc.

Cuando esto se garantice, las empresas locales podrán competir con el producto extranjero. Y si no lo pueden hacer, con el libre mercado se compra el producto de afuera y nos dedicamos a algo en lo que sí tengamos ventaja comparativa.

En el corto plazo, y para reducir la presión sobre el precio del dólar que genera el mercado paralelo, se debe reducir la oferta de bolivianos aumentando la tasa de interés. Esto es recesivo, pero implica vivir nuestra realidad.
La subida de los precios y la subida del tipo de cambio en el mercado paralelo son la consecuencia del mismo fenómeno: tenemos muchos bolivianos con relación al stock de dólares. La solución es dejar de imprimir billetes y reducir la oferta monetaria.

Se debe eliminar el subsidio a los hidrocarburos, se deben eliminar las empresas públicas (todas, a menos que podamos privatizar alguna de ellas, pero serán las menos), se debe reducir significativamente el tamaño del Estado. Se ha propuesto hacerlo al 50%  y se deben cerrar la mitad de los Ministerios.

Practicando el libre mercado, las familias bolivianas pueden comprar lo que quieran, donde quieran y sin pagar un peso de aranceles. Y si no lo pueden hacer, se compra el producto de afuera y nos dedicamos a algo en lo que sí tengamos ventaja comparativa.

La verdadera reforma es alejar al Estado de la economía y del proceso productivo. Eso también implica dejar la importación de combustible en manos privadas.

Pero esto implica, por supuesto, una serie de reformas profundas para hacer que las empresas locales puedan ser competitivas. Para atraer empresas privadas que pueden tener interés en invertir en el país, como explotar litio o gas, debemos ofrecerles la seguridad de que no serán nacionalizadas y no se cambiará las reglas de juego.

Tipo de gobierno liberal.

Los liberales promueven la autonomía regional y el federalismo como formas de proteger los derechos individuales y limitar el poder central del Estado. Sin una propuesta liberal que acabe decididamente con el modelo estatista que nos ha llevado a la miseria, Bolivia no podrá salir jamás del subdesarrollo.

La desastrosa situación económica, política y social que padecemos, implica para un futuro gobierno democrático liberal, grandes retos por lo cual se requiere además del Programa, de funcionarios éticos, idóneos, meritocráticos y esto implica elegir y capacitar permanentemente a los funcionarios del Estado para que fiscalicen tanto a los ciudadanos como a ellos mismos.

Fuente: ovidioroca.wordpress.com