La cirrosis, una enfermedad crónica del hígado


La-cirrosis-una-enfermedad-cronica-del-higado-1La cirrosis es una enfermedad del hígado, normalmente ocasionada por el alcoholismo o una hepatitis viral. Asociada a lesiones irreversibles como una fibrosis mutante del hígado que desorganiza la arquitectura normal, o unos nódulos de regeneración. La cirrosis es la consecuencia de agresiones prolongadas de células del hígado ocasionadas por el alcohol, un virus, o medicamentos, enfermedades… Hoy queremos contarte un poco más sobre esta enfermedad.

¿Qué es la cirrosis?

La cirrosis es, ante todo, una respuesta a una agresión hepática: los nódulos de regeneración favorecen la hipertensión portal, que es una fuente de varices esofágicas.

En algunos casos, la cirrosis puede existir sin que los síntomas los sienta realmente el paciente: suele ser el caso de las complicaciones como la ascitis –es decir, la presencia de líquido en el interior de la cavidad peritoneal– y una hemorragia digestiva que pueden complicar los pronósticos.



Diagnóstico de la cirrosis

Lo que la mayoría de los pacientes olvidan –por desgracia– es que la cirrosis es absolutamente irreversible. El diagnóstico de una cirrosis puede ser efectuado en cuanto ciertos signos clínicos están presentes. De esta forma, por ejemplo, se puede encontrar un hígado duro, incoloro, con un borde inferior cortante. Por otro lado, en el caso de una insuficiencia hepática, se pueden dar angiomas estelares, uñas blancas, o un aliento dulzón y de acetona.

Una ecografía permite buscar anomalías biliares o un eventual carcinoma hepatocelular; mientras que la fibroscopia permite la búsqueda de varices esofágicas y una úlcera asociada, que normalmente son características de esta enfermedad. Finalmente, en caso de duda, una biopsia puede confirmar el diagnóstico.

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Tratamiento de la cirrosis

En cualquier caso, se trata de ralentizar la evolución de la enfermedad: la mortalidad global de la cirrosis es, por desgracia, de un 50% en cinco años. El tratamiento es, ante todo, sintomático: prescripción de diuréticos, punciones de ascitis, prevención de la ruptura de las varices, etc.

Con este marco, conviene una hospitalización en cuanto se descubren los primeros síntomas, con un esfuerzo de vigilancia y descarte de cáncer de hígado. En todos los casos, la prohibición de beber alcohol es imperativa: si se duda de la capacidad personal para dejar de beber alcohol, conviene acudir al médico para que indique la mejor manera de abandonar la ingesta.

Sin duda alguna, la cirrosis es una enfermedad que no se puede curar pero sí tratar para evitar que sea lo más leve posible. Lo ideal siempre es mantener una vida saludable para evitar los problemas de salud graves.

Fuente: www.imujer.com