El analista Álvaro Ríos consideró que llegó el momento de tramitar una norma legal que permita que el sector privado pueda importar y comercializar libremente los hidrocarburos en Bolivia.
Fuente: Unitel
En un contexto en el que se acentúan las filas en los surtidores en busca de gasolina y diésel, el analista y exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, sostuvo que las fallas en el abastecimiento de estos combustibles ya no se pueden atribuir a los bloqueos, sino a un problema de divisas que ya no se puede tapar.
Ríos observó que esta situación se observa desde hace al menos 18 meses atrás, pero la situación se vienen agudizando y haciendo más crónica, lo que implica que el escenario no está mejorando y esto no solamente golpea a las labores del aparato productivo, sino también a otras áreas relacionadas a los servicios que requiere la población como el bombeo de agua o recojo de basura.
“No podemos atribuirle este desabastecimiento a un corte de caminos, que bloquea Cochabamba. Entendería que Cochabamba no tenga combustibles, pero no puedo entender que no haya diésel y gasolina en Santa Cruz, porque acá se produce y se puede importar muy fácilmente de la Argentina y de Paraguay”, consideró el exministro.
En este sentido, advirtió que esto puede derivar en una crisis energética profunda en donde instancias como el Gobierno nacional, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) lo que están haciendo es “tapar el sol con un dedo”.
[Foto: Nicole Bisbal] / Las filas persisten en surtidores de diferentes regiones del país
UNITEL buscó una respuesta respecto a la situación de los combustibles con estas dos últimas instancias estatales; sin embargo, no hubo una respuesta oportuna para conocer los pormenores de esta situación que tiene preocupados a sectores como el transporte pesado o el agro cruceño, que se encuentra en plenas labores de la siembra de verano.
“Yo no creo que el Gobierno Nacional quiera desabastecer a propósito. YPFB, por buen tiempo, mientras había dólares en el país, exportaba muchísimo gas y no teníamos la creciente importación de gasolina y diésel. Lo que ahora tenemos es una falta de divisas para importar combustible”, apuntó el exministro.
En esta línea, cuestionó que se quiera culpar por la falta de combustibles a temas como el contrabando, al agio, a la especulación o a los bloqueos, cuando problema de fondo de Bolivia es estructural.
Y, ¿qué solución estructural se puede dar a este escenario? Para Ríos, el Gobierno debe de una vez por todas sincerarse, dejar de tapar el sol con un dedo y tramitar una norma legal que permita que el sector privado pueda importar y comercializar libremente los hidrocarburos en Bolivia, por lo menos para ayudar a YPFB “en esta profunda crisis energética”.
“Creo que ese es el paso siguiente y luego tendremos que tramitar una Ley de Hidrocarburos que por los pasados diez años no la hicieron”, sostuvo el analista, al remarcar que la respuesta inmediata para que el combustible no falte es, aunque a precios mayores, la libre comercialización, ya que la coyuntura actual tiende a complicarse.