La comunicación entre los líderes de Moscú y Washington se estableció para reducir las percepciones erróneas que avivaron la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962 y es clave para evitar un conflicto nuclear
El Kremlin dice que no se está usando la línea directa entre Rusia y Estados Unidos para distender la crisis (EFE/ARCHIVO)
Fuente: infobae.com
El Kremlin dijo el miércoles que no se está utilizando la línea directa especial que existe para distender las crisis entre el Kremlin y la Casa Blanca, mientras aumentan los riesgos nucleares en un contexto de las mayores tensiones entre Rusia y Occidente en décadas.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, redujo el martes el umbral para un ataque nuclear en respuesta a una gama más amplia de ataques convencionales, días después de que se informara de que Washington había permitido a Ucrania utilizar armas de fabricación estadounidense para atacar en el interior de Rusia.
Ucrania utilizó misiles estadounidenses ATACMS para atacar territorio ruso el martes, aprovechando el permiso recién concedido por el Gobierno saliente de Joe Biden en el día 1.000 de la guerra.
La llamada línea directa entre Moscú y Washington se estableció en 1963 para reducir las percepciones erróneas que avivaron la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962, al permitir la comunicación directa entre los líderes de Estados Unidos y Rusia.
“Tenemos una línea especial segura para la comunicación entre los dos presidentes, Rusia y Estados Unidos. Es más, incluso para la comunicación por vídeo”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la agencia estatal de noticias TASS. Pero cuando se le preguntó si este canal está actualmente en uso, respondió: “No”.
El reciente permiso de Washington permite a Ucrania usar armas de largo alcance en territorio ruso (REUTERS/ARCHIVO)
Moscú dijo que el uso de ATACMS, los misiles de mayor alcance que Washington ha suministrado a Ucrania hasta ahora, era una clara señal de que Occidente quería intensificar el conflicto.
La guerra, que Rusia inició con una invasión a gran escala en febrero de 2022, ha convertido en polvo cientos de ciudades y pueblos ucranianos, ha desplazado a millones de personas y ha matado a miles de civiles, en su gran mayoría ucranianos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, llevaba tiempo suplicando a Washington y a sus aliados de la OTAN que permitieran el uso de las armas de largo alcance, alegando que son necesarias para destruir infraestructuras militares y de transporte clave para los esfuerzos bélicos de Rusia.
Moscú ha dicho que esas armas no pueden lanzarse sin el apoyo operativo directo de Estados Unidos y que su uso convertiría a Washington en un combatiente directo en la guerra, lo que provocaría represalias rusas.
Diplomáticos rusos afirman que la crisis actual entre Moscú y Washington es comparable a la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962, cuando las dos superpotencias de la Guerra Fría estuvieron más cerca de una guerra nuclear intencionada, y que Occidente comete un error si cree que Rusia dará marcha atrás respecto a Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov (EFE/ARCHIVO)
El Kremlin dijo que Rusia consideraba las armas nucleares un medio de disuasión y que su doctrina nuclear actualizada pretendía dejar claro a los enemigos potenciales la inevitabilidad de las represalias si atacaban a Rusia.
Peskov dijo a la agencia de noticias RIA el miércoles que Occidente estaba tratando de infligir una derrota estratégica a Rusia al permitir que Kiev golpeara profundamente en Rusia con las armas de fabricación estadounidense.
“Y, por supuesto, utilizan a Ucrania como una herramienta en sus manos para lograr estos objetivos”, dijo Peskov.