El exvicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE) Antonio Costas cuestionó las recientes decisiones del organismo electoral. En su criterio, la crisis que atraviesa el TSE es una señal de una preocupante desinstitucionalización, agudizada por la injerencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).

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El miércoles, el jefe nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), Grover García, fue notificado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el Auto 022/2024, con el que acepta la Sentencia Constitucional 0776/2024-S4, del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que, a su vez, reconoce las determinaciones adoptadas en congreso del MAS del 3, 4 y 5 de mayo.

De ese modo, varios analistas y actores políticos aseguraron que, con esa decisión, el TSE está supeditado a las resoluciones de los magistrados prorrogados del TCP.

En Piedra, Papel y Tinta, de La Razón, Costas aseguró que el país enfrenta un conflicto de poderes que pone en riesgo la estabilidad institucional del país. En su criterio, la obediencia obligatoria del TSE a las resoluciones del TCP, como en el caso de las directivas del MAS, refleja una crisis de independencia que afecta la credibilidad de los órganos del Estado.

Consideró que el TSE, que debería actuar como árbitro imparcial, se encuentra atrapado entre directrices contradictorias y un contexto de crisis interna. Por un lado, el TCP ordenó que se reconozca una directiva del MAS que, según Costas, no cumplió con las disposiciones legales establecidas por la Ley 1096, de Organizaciones Políticas.

Por otro lado, el TSE ha enfrentado votos disidentes y la ausencia de algunos de sus miembros, lo que refleja divisiones internas.

Para Costas, la compleja organización del MAS es parte del problema. “Cuando había un liderazgo fuerte y centralizado, como el de Evo Morales, se podía manejar esta estructura con mayor control. Hoy, esa fragmentación está provocando que las decisiones no sean claras y que las disputas internas se reflejen en el sistema político”.

También criticó la falta de acción preventiva por parte del TSE, al señalar que el organismo no ha impulsado mecanismos para garantizar la vida interna de los partidos ni ha exigido el cumplimiento de las normas.

“El Tribunal Supremo Electoral debería haber sido más continuo en motivar que los partidos políticos cumplan con sus estatutos y se mantengan organizados”, agregó.

Advirtió que el país enfrenta un momento crítico con las elecciones generales programadas para el próximo año. “La toma de decisiones en un contexto tan polarizado y con instituciones debilitadas se torna muchísimo más enrarecida”.

Para superar esta crisis, Costas urgió la necesidad de reordenar los poderes del Estado y devolver competencias claras a las instituciones. Sin embargo, reconoció que el camino será arduo y dependerá de la voluntad política.