Los estudiantes, residentes e internos de la carrera de medicina en Cochabamba denuncian malos tratos en los centros y hospitales
Keiner Sejas M. Jurgen Guzmán
Fuente: Unitel
Este lunes se cumple el octavo día de huelga de hambre que se instaló afuera de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) por parte de estudiantes, internos y residentes médicos que denuncias abusos y malos tratos en los hospitales y centros médicos de Cochabamba.
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La medida que inició la semana pasada no se ha levantado pese a los intentos de diálogo con representantes médicos y el Servicio Departamental de Salud (Sedes).
Los estudiantes manifestaron que para esta jornada está prevista una reunión con el Comité Regional Docente Asistencial e Investigación (Cridai) donde se establecerán algunos puntos.
[Foto: Jurgen Guzmán – UNITEL] / La huelga de hambre se realiza desde hace ocho días
“Hoy es el octavo día y es el día decisivo, estamos en pleno trabajo con el Cridai para que cumpla todo nuestro pliego petitorio, y ahora vamos a ver si en la mañana o durante la tarde va a ser la reunión nuevamente con ellos para completar todos los puntos del pliego petitorio, para ver si el día de hoy se levanta la huelga o no”, dijo una de las estudiantes que cumple esta medida.
Asimismo, manifestó que por ahora dos estudiantes se mantienen cumpliendo esta huelga debido a que el pasado jueves un estudiante sufrió una descompensación y se desmayó, por lo que tuvo que ser evacuado y levantar la medida.
Se aguarda conocer cuáles serán las determinaciones de esta medida de presión que cumplen los estudiantes, internos y residentes.
La denuncia surge debido al exceso de horas que los estudiantes son sometidos para que cumplan un turno dentro de los centros médicos, el cual, según ellos, algunas veces llega ser hasta los cinco días en los que no tienen descanso ni una alimentación.
Debido a este extremo, un estudiante había llegado a quitarse la vida en el municipio de Punata, lo que desató una ola de críticas e indignación por los malos tratos que estarían sufriendo no solo residentes bolivianos, sino también extranjeros.