En lo que va del año se registran 81 feminicidios, la región del occidente es donde se registra mayor cantidad, principalmente en La Paz y El Alto, y en Santa Cruz hay más denuncias de violencia intrafamiliar.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, presentó una investigación sobre el feminicidio que se tituló “Una mirada desde los perpetradores del delito”, con el fin de desmitificar sobre lo que se cree con relación a los feminicidios y para entender este fenómeno social, que causa daño a las familias bolivianas. En el documento se establece que se observó que la mayoría de los perpetradores del delito no tienen un nivel de educación escolar y en muchos casos no concluyeron el bachillerato.
“Ha sido todo un camino de más de cuatro años, hemos logrado por primera vez en la historia de nuestro país que durante cuatro gestiones consecutivas reduzcan los índices de feminicidio (…). Hemos visto que la gran mayoría de estas personas (feminicidas) no tienen suficientes conocimientos adquiridos en un establecimiento educativo, muchos de ellos no han terminado el bachillerato, no han terminado una profesión y aquí hay un quiebre”, señaló Del Castillo, durante la presentación del documento que contiene todos esos detalles.
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También mencionó que en el departamento de Santa Cruz es donde se registra la mayor cantidad de denuncias de violencia intrafamiliar, sin embargo, en el occidente, en referencia a La Paz y El Alto, se da la mayor cantidad de feminicidios.
“Algo que nos debe preocupar es saber qué se está enseñando en los colegios y en las universidades”, añadió la autoridad.
Para el estudio, se tomaron muestras a 19 feminicidas en 2023 con estudios psicológicos y otros, en las que se devela que el nivel socioeconómico no es la principal causa para un feminicida, ya que los que ostentan recursos, también cometen este delito con la diferencia que no se someten a un proceso abreviado a diferencia de los primeros.
Asimismo, tampoco provienen de familias biparentales, sino de tradicionales. Se descarta que el feminicida herede de su progenitor la violencia, de la que pudo ser testigo en su niñez.
En dicho estudio, se confirma que el feminicidio ocurre en un círculo de confianza. Por tanto, los tipos penales no ocurren en las calles o barrios, sino al interior de los hogares bolivianos. La mayoría de los hechos no fue planificada, por ende, para cometer la ilegalidad, utilizaron objetos que había a su alrededor o en sus manos.
Otro de los factores para cometer el crimen, según la investigación, es la falta de control emocional. “Necesitamos enseñar a la gente que debemos tener un control de las emociones”, dijo Del Castillo, quien enfatizó que en la investigación se identifica al agresor como ambivalente en la primera etapa, conciliador en la segunda y nuevamente la ambivalencia, que deriva en el hecho de sangre.
La investigación se hizo con base a datos comparativos año tras año, por ejemplo, en la gestión 2020, con 113 feminicidios; en 2021, con 108 feminicidios; en 2022, con 95 feminicidios; en 2023, con 81 feminicidios y en lo que va de este año, 81 feminicidios.