En medio de una paralización y crisis decisoria de la Asamblea Legislativa, la expresidenta de la Cámara de Diputados Gabriela Montaño lamentó que el vicepresidente y presidente nato de la Asamblea, David Choquehuanca, “jamás se paró a defender” al primer órgano del Estado de los “abusos” del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).

“Eso es imperdonable”, dijo la exautoridad en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.

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Paralizada desde hace un año, la Asamblea Legislativa sufre una crisis de gobernabilidad a raíz de varios factores: división entre fuerzas políticas, escasa producción, falta de incidencia política, ausencia de consensos y descrédito institucional.

La Asamblea también se vio supeditada por las resoluciones del TCP que entramparon en múltiples ocasiones el proceso de preselección a los candidatos de las elecciones judiciales, que se realizaron el 15 de diciembre.

La tarea pendiente de la Asamblea era el tratamiento del Presupuesto General del Estado (PGE) y la ley de redistribución de escaños. No obstante, la Presidencia de la Asamblea Legislativa comunicó a los senadores y diputados que el receso legislativo de fin de año inicia desde el miércoles 18 hasta el jueves 1 de enero de 2025, sin la conformación de una comisión.

Montaño afirmó que cuando formaba parte de la Asamblea era “impensable” permitir la injerencia de los magistrados prorrogados del TCP. “Jamás hubiéramos permitido que nos recorten atribuciones”.

“Jamás hubiéramos permitido que nos tiren en la cara reglamentos que sólo le competía a la Asamblea”, aseguró.

En su criterio, el “abuso excesivo” del TCP tiene que ver con que no encontró, en la Cámara de Diputados y la Presidencia de la Asamblea, un primer órgano con un “cuerpo suficiente” para defender sus atribuciones.

“Su obligación era defender las atribuciones. Ese es un tema imperdonable en la Cámara de Diputados y la Presidencia de la Asamblea porque vulnera la democracia”, sentenció.

Consideró que Choquehuanca tiene “responsabilidades puntuales” por permitir que el TCP coarte las tareas del Legislativo.

Desde comienzos de 2023, la Asamblea Legislativa sufre la división y la atomización de sus tres fuerzas políticas, que derivan en retraso de leyes, violencia, sesiones bochornosas, ausencia de acuerdos y crisis de gobernabilidad.

El presidente nato de la Asamblea Legislativa, el vicepresidente David choquehuanca en una sesión de ese órgano.