El árbitro Gabriel Mendoza cobró un penal dudoso a favor del cuadro local, lo que generó una molestia del cuerpo técnico y jugadores de Royal Pari.
Fuente: Unitel
Escándalo en el descenso indirecto. Cuando el cronometro marcaban los 82 minutos, el árbitro Gabriel Mendoza cobró un penal bastante dudoso a favor del cuadro de Totora Real Oruro, lo que generó molestia en el cuerpo técnico y jugadores de Royal Pari.
El técnico David de la Torre ingresó a la cancha, le dijo al árbitro que no era penal, y sacó a sus jugadores de la cancha. En ese instante la policía entró y hubo un tumulto. Cuando el cuadro visitante se retiraba sintieron los gases lacrimógenos lanzados por los efectivos del verde olivo.
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Minutos después los mismos jugadores entraron en cancha y el partido sufrió una demora de varios minutos.
El penal fue una supuesta mano del defensor Lázaro Crescencio cuando saltó a disputar una pelota en el área y chocó con su copañero Quiñones.
“Los árbitros no tienen la garantía, Royal Pari salió en su totalidad, se va declarar abandono. La parte jurídica de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) debe ver qué medidas toma al respecto”, dijo el delegado del partido.