Analista afirma que los certámenes de belleza son una puerta para el ingreso de narcotraficantes a la sociedad


Jorge Santistevan considera que, a diferencia de otras exreinas que fueron inducidas por grupos criminales a caer en el negocio ilícito, Jade Isabel Callaú es parte de una organización familiar.

eju.tv  / Video: DTV

Boris Bueno Camacho / La Paz.



Una exreina de belleza de San Borja, municipio del departamento de  Beni, fue aprehendida la pasada semana en la localidad de Entre Ríos, Argentina cuando su avioneta que llevaba una carga de 358 kilos de cocaína quedó sin gasolina y tuvo que aterrizar de emergencia; al tocar suelo, ella y el piloto de nacionalidad brasileña huyeron del lugar, pero un habitante testigo del hecho alertó a la policía que los detuvo horas después de iniciada la búsqueda.

Una vez en celdas policiales, las autoridades del vecino país infirieron que Jade Isabel Callaú Barriga, de tan solo 21 años, sería la hija de uno de los denominados capos del narcotráfico en el departamento de Beni; en atención a ello, incrementaron la seguridad en el edificio policial de Entre Ríos ante la posibilidad de un operativo de rescate por parte de los grupos delincuenciales que responden al padre de la exreina de ‘FexpoBorja’, un evento comercial de esa región.

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No es la primera vez que una reina de belleza es asociada con el narcotráfico, porque, según dice el analista en tema de seguridad, Jorge Santistevan, los certámenes de esa naturaleza son un espacio de interés para las organizaciones ligadas al negocio ilícito para poder obtener contactos e influencia en el ámbito social, económico e incluso político, para poder generar protección a sus actividades, adquirir notoriedad y crear un manto de legalidad frente a los grupos influyentes que son participantes habituales de estos eventos.

“Este es un hecho recurrente, por cuanto no es la única exreina de belleza que cae en las garras del narcotráfico con la diferencia que otras que han caído precisamente en el narcotráfico es por el seguimiento que les hacen las organizaciones criminales y las reclutan por el poder económico que tienen, les compran departamentos, les compran casas, autos de alta gama, viven en lujos que el premio del reinado no les da”, afirmó.

Foto: captura pantalla

Entre los casos más sonados está el de Alondra Mercado, quien fue Miss Mundo Bolivia en 2020; la joven de 23 años fue aprehendida en 2023 en la residencia donde vivía con su pareja, quien era buscado por narcotráfico y lavado de activos. Sin embargo, meses después, fue enviada con detención preventiva a la cárcel acusada de tráfico de estupefacientes. Asimismo, la exreina de la Piña de Warnes, en Santa Cruz, Mariana Molina, que fue vinculada a la mafia colombiana, pero que, además, involucró Mario Cronenbold, por entonces alcalde de ese municipio y amigo personal de Evo Morales.

“Estamos hablando también de una exreina de belleza primero del Beni y luego reina nacional, Miss Bolivia, que andaba con uno de los políticos más influyentes, pero ligado al narcotráfico, Juan Ramón Quintana, a esa exreina de belleza después la hacen cónsul y después autoridad, la postularon a cargos políticos, entonces, muy involucrada en la parte política, lo que hacía suponer que la parte política estaba muy vinculada al narcotráfico y que este ponía a sus candidatos”, recordó.

Empero, el analista aseguró que el problema no son los certámenes de belleza, sino que el negocio ilícito del narcotráfico ‘ha perforado diferentes capas sociales’, porque estos eventos forman parte de la cultura y tradición de todo un estamento; porque, esto sucede en Colombia, en México y se lo palpa ahora en el país; sin embargo, la diferencia entre ellas y Callaú Barriga es que esta última es parte de una organización criminal familiar.

“Es más fácil saber quién es el responsable de esa carga, a dónde iba y quién mandó la carga; es más fácil a través del intercambio de información que tienen que hacer las autoridades argentinas con las bolivianas; pero el problema es que ninguna de las autoridades de la región coordina abiertamente porque todo se filtra en Bolivia y, además, porque los procesos en Bolivia nunca terminan con sentencia ejecutoriada, de manera que todo queda a medio camino y nadie sabe qué pasa con los procesos”, aseveró.

Foto: captura pantalla

Ante esto señala que este caso de la exreina demuestra que hay organizaciones criminales en Bolivia dedicadas a este ilícito que trabajan con países de la región, porque no es la primera vez que caen narcoavionetas en Argentina; por ello, estimó que el Ministerio Público tiene el deber de investigar este caso para determinar quiénes son parte de la organización criminal que no solamente envían los estupefacientes a Europa y Estados Unidos, sino también a países de la región como Paraguay y Argentina.

La pasada jornada, el fiscal de Sustancias Controladas del Ministerio Público de Santa Cruz, Julio César Porras, solicitó informes a la Policía Boliviana y su par de Beni para recabar información sobre los vínculos familiares que tiene la exmiss de belleza de San Borja. El objetivo es verificar si alguno de sus parientes cercanos tiene antecedentes penales por el delito de narcotráfico. Asimismo, solicitó los antecedentes del vuelo a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).


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