La implementación de un alambrado de 200 metros preocupa a comerciantes de Bermejo, quienes afirman que afectará negativamente el flujo de clientes desde Argentina.
Fuente: https://lapatria.bo
Gremialistas de Bermejo han manifestado su inquietud por la posible reducción de la actividad comercial. Esto se debe a la implementación de un alambrado de 200 metros en Aguas Blancas, Argentina, que podría impactar negativamente en las ventas y en el flujo de clientes que llegan desde el país vecino.
Rubén Borja, secretario ejecutivo de la Federación Regional de Gremiales, junto con el exdirigente Freddy Rueda, han señalado que esta medida podría tener efectos adversos tanto en el comercio boliviano como en el argentino.
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Borja comentó: «Bajarán nuestras ventas y los mayoristas venderán menos porque habrá un solo paso habilitado por donde se harán filas y mayor control. Esto puede derivar en que llegue menos gente desde el país vecino».
Impacto en el empleo
Freddy Rueda explicó que muchos residentes de Aguas Blancas y Orán trabajan como bagalleros. Ellos internan mercadería desde Bermejo y la trasladan hacia los mercados de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza.
Rueda añadió: «La actividad comercial es una fuente de trabajo para los bolivianos que viven en Bermejo y para los argentinos. Por lo tanto, esto va a perjudicar en caso de que se concrete el enmallado».
Justificación del gobierno argentino
El Ministerio de Seguridad argentino ha defendido el proyecto, argumentando que busca frenar el narcotráfico. Esta iniciativa forma parte del Plan Güemes, que está en vigor desde finales del año pasado.
Borja expresó su descontento con el comunicado del gobierno argentino: «Así es como nos ven en el lado argentino a los bolivianos; piensan que solo transportamos narcotráfico. Nuestra actividad comercial está basada en las ventas de zapatillas, ropa, pantalones, camperas y productos de bazar».
Opinión del alcalde
Irineo Flores, alcalde de Bermejo, se unió a la preocupación del sector gremial. Él afirmó que el gobierno argentino no podrá detener el contrabando con el alambrado, ya que existe una frontera abierta.
Flores también sugirió que el gobierno argentino debería pensarlo «dos veces» antes de llevar a cabo el proyecto.