A seis meses de las elecciones y con la prudencia que se debe tener con las encuestas, estas son mis conclusiones sobre la encuesta del empresario Marcelo Claure:
1. Se confirma que estamos ante el fin de ciclo del ‘proceso de cambio’ y con un escenario electoral abierto.
2. El presidente está desplomado, para mantener el poder necesita un milagro o torcer las reglas. Esta debería ser la principal preocupación de todos.
3. Hay una cansancio ciudadano con el sistema político que alcanza a oficialismo y oposición. El régimen de la polarización terminó hastiando a la gente.
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4. El MAS perdió la mayoría que ostentó durante dos décadas. Sin embargo la nueva mayoría que quiere cambio no es homogénea.
5. Básicamente, hay tres tercios por ahora: la izquierda popular, la oposición tradicional y los desencantados. Los tres poseen liderazgos fragmentados.
6. En el campo de la izquierda popular ha comenzado el desplazamiento de Evo y Arce por Andrónico, quien puede representar la reunificación del MAS desde la base, a pesar de la élite. Sin embargo, la herencia que le dejan es un muy pesada.
7. La oposición al MAS con el mensaje de unidad ha generado una expectativa positiva, pero el relato restringido a la unidad y al antimasismo no es suficiente, solo alcanza a su propio espectro dificultando su crecimiento. La disputa por el liderazgo de este espacio entre Tuto y Samuel si es descarnada y larga puede terminar siendo desgastante, peor aún si la noticia final es la desunión. Tuto lidera el espacio pero precisa alcanzar un acuerdo con Samuel.
8. Finalmente, los desencantados por ahora se identifican con Chi, pero también tienen otras expresiones igual o más disruptivas en Branko y María Galindo. Manfred probablemente, ademas de su liderazgo en Cochabamba, está canalizando el voto de los decepcionados del MAS.
9. Conclusión, ante el fin de ciclo y un proceso electoral totalmente abierto, la gente todavía está esperando un relato nuevo.
Político y abogado