Lo que dice la encuesta de Claure detrás de sus datos


Además de los porcentajes, toda encuesta comunica más que porcentajes. Los miedos, los sueños, las necesidades, los resentimientos y otras emociones de los electores no están en la parte visible de los datos, sino detrás de ellos. La última encuesta de intención de voto, realizada por Panterra y financiada por el empresario Marcelo Claure, comunica 7 puntos a considerar.

1) Desaparece el sujeto indígena de la preferencia de voto, al menos por ahora. Ninguno de los candidatos entra en esa variable. Ni siquiera Andrónico Rodríguez; sus seguidores lo consideran mestizo. ¿Eva Copa, indígena? Por ahora, es marginal. ¿Por qué desaparece el sujeto indígena? Porque el proceso de cambio demostró que la “reserva moral de la humanidad” no depende de la condición étnica, sino de las acciones y hechos. Sin embargo, el voto étnico no se pasará al otro extremo; lo más probable es que se incline por alguien que se le parezca. ¡Ah! Si bien desaparece el sujeto indígena, no desaparecerá el masismo en las próximas elecciones. Tendrá su bancada (y tal vez algo más así como van las cosas).



2) Por ahora, no hay espacio para un Milei boliviano porque la gente percibe que la crisis económica no es aún desastrosa. Una cosa es el conocimiento, otra el sentimiento. Los economistas y otros estudiosos anuncian, a partir de sus conocimientos, que la crisis es grave y empeorará; la gente siente, a partir de su experiencia, que aún no llegó el momento grave (pero intuye que llegará). Quizá cuando llegue ese momento y el país haya caído como Argentina o como en tiempos de la UDP, apueste por un Milei.

3) La fragmentación refleja que bajan los votos duros y se amplían los blandos y posibles. El trasvase de apoyos se jugará en el mercado de la campaña hasta cierto punto, pero no en todos los casos. Por ejemplo, ¿cuál sería la reacción del electorado si el MAS presentara la dupla Rodríguez – Rodríguez? ¿Cuál sería la reacción del votante medio ante la dupla Tuto – Samuel o Samuel – Tuto?

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4) Andrónico aglutina el voto evista y arcista. Podría recuperar el tercio del voto duro del MAS si Morales le transmite públicamente el bastón de mando y Arce acepta la reunificación con la humildad de un monje obediente y silencioso. Si Andrónico quiere crecer más allá del voto duro del masismo, tendría que afinar su mensaje y asumir decisiones y acciones demostrativas. Considero que tiene apoyo incluso en un porcentaje del voto del centro porque despierta identidad (clase media, profesional, hijo de campesinos).

5) Quiroga y Doria Medina se mueven en la franja del tercio que siempre votó contra el MAS porque no conectan con los votos blandos y posibles decididos a cambiar de opción. La conexión emocional circula por venas diferentes a la razón. El voto es emocional casi nunca racional. Los aplausos y las vivas de un círculo hacen crecer el ego, mas no el apoyo. Ambos están confiando demasiado en la fuerza de la decepción frente al MAS. Sí, la gente decepcionada quiere librarse del MAS porque los llevó al PASADO de crisis, pero ¿por qué tendría que librarse reemplazándolo por el PASADO del PASADO que sepultó en 2005? ¿Acaso está tan decepcionado como para hacer resucitar a la ADN del exdictador (luego demócrata) Banzer? La campaña negativa de 18 años contra los “neoliberales, derechistas, vendepatrias” da frutos que una parte del país aún cosecha y come. Revitalizar la imagen cuesta y a veces no se puede (ni con todo el dinero del mundo).

6) La ventaja de Manfred Reyes Villa está en la gestión que muestra en la alcaldía de Cochabamba. Según sus seguidores, buena; según sus detractores, mala. Más allá de esas consideraciones, tiene una gestión. Lo que no tiene es credibilidad entre el electorado que lo mira como candidato del arcismo. Ese sentimiento popular frena su posible crecimiento. Empero, tiene el dedo meñique de su pie izquierdo en el tercio que cambia su voto según las circunstancias (centro) y su dedo pulgar de su pie derecho en el electorado que nunca voto por el MAS (derecha). ¿Qué pasaría electoralmente si pondría sus dos hemisferios cerebrales en las franjas correspondientes?

7) El precandidato Chi representa al electorado que no es de izquierda ni de derecha, sino todo lo contrario. Aglutina a la gente que busca alguien nuevo, aunque sea conservador en su discurso, pero que no tenga relación con los viejos partidos ni viejos políticos (no por la edad, sino por kilometraje recorrido en política). Sus posibilidades de crecimiento son limitadas por el rechazo que genera entre los electores del siglo XXI. Confía su avance en la admiración que alguna gente puede tener en la cultura Coreana, pero no alcanza.

Finalmente, dudo que la oposición se una. Y una pregunta para que vayas pensando: ¿es la unidad el camino o el candidato?

Andrés Gómez Vela


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