La Constitución Política del Estado: Luces y sombras a 16 años de su vigencia


Hugo Ramiro Sánchez Morales

La Constitución Política del Estado (CPE) de Bolivia, promulgada en 2009, representa un hito histórico en la evolución del constitucionalismo boliviano. Su contenido incorpora principios fundamentales de inclusión social, pluralismo jurídico, participación ciudadana y soberanía estatal sobre los recursos naturales. Desde una perspectiva del derecho constitucional y política, esta Constitución redefine el modelo de Estado y la relación entre el gobierno y la ciudadanía. Sin embargo, su aplicación ha generado debates sobre su efectividad y los desafíos que enfrenta en la práctica.



  1. Reconocimiento del Estado Plurinacional

Uno de los avances más significativos de la CPE es el reconocimiento de Bolivia como un Estado Plurinacional, lo que implica la inclusión de 36 naciones y pueblos indígenas en el tejido estatal. Este cambio refleja una transición desde un modelo homogéneo hacia uno que valora la diversidad cultural, lingüística y jurídica del país. Así, el Artículo 1 señala: «Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías.» El Artículo 2 reconoce el derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, lo que incluye la autonomía, el autogobierno y la gestión de sus instituciones.

Desde el punto de vista del derecho constitucional, este reconocimiento representa un avance significativo en la construcción de un Estado inclusivo y respetuoso de las identidades indígenas. Sin embargo, la implementación de este principio ha enfrentado desafíos, como la falta de coordinación entre la justicia ordinaria y la justicia indígena originaria campesina, lo que ha generado tensiones y vacíos en la aplicación de la ley.

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  1. Derechos Fundamentales y Justicia Social

La CPE expande el catálogo de derechos fundamentales, incorporando derechos económicos, sociales, culturales y ambientales dentro del Bloque de Constitucionalidad. Se destaca la prohibición de toda forma de discriminación. Se garantiza el acceso universal al agua y a la alimentación como derechos humanos. También establece el derecho a la salud universal y gratuita, así como el derecho a la educación gratuita y de calidad (Arts. 14, 16, 18, 19 y 20 de la CPE).

No obstante, materialmente persisten problemas en la garantía efectiva de estos derechos, especialmente en las regiones rurales, donde la desigualdad sigue siendo un obstáculo para su materialización. Desde el derecho constitucional, esto evidencia una brecha entre el reconocimiento formal de los derechos y su efectiva realización, lo que plantea la necesidad de políticas públicas más robustas y mecanismos de exigibilidad jurídica.

  1. Modelo Económico y Recursos Naturales

La CPE refuerza la soberanía económica del Estado, estableciendo un modelo económico social comunitario y productivo, donde el Estado desempeña un rol central en la gestión de recursos estratégicos. Se declara que los recursos naturales pertenecen al pueblo boliviano y deben ser administrados por el Estado. Prohíbe la privatización de los recursos naturales y garantiza su explotación en beneficio del desarrollo nacional (Arts. 306, 349 y 351 de la CPE).

A pesar de estas disposiciones, la gestión estatal de los recursos ha sido objeto de críticas por ineficiencia, corrupción, conflictos sociales y falta de transparencia en la administración. Además, la crisis económica actual, marcada por la escasez de dólares y combustible, ha puesto en evidencia los límites del modelo económico del Movimiento al Socialismo (MAS), que ha dependido en gran medida de los ingresos por exportación de recursos naturales sin generar una diversificación productiva sostenible.

  1. Participación Ciudadana y Democracia Directa

Uno de los aspectos innovadores de la CPE es la incorporación de mecanismos de participación ciudadana, fortaleciendo la democracia directa. Así, se reconoce la democracia representativa, participativa y comunitaria. También establece el derecho de la ciudadanía a participar en la toma de decisiones políticas y regula la revocatoria de mandato como mecanismo de control ciudadano (Arts. 11, 26 y 240).

En la práctica, la implementación de estos mecanismos ha sido limitada, debido a barreras burocráticas y la falta de voluntad política para promover una participación efectiva. La mayor prueba de ello fue el referéndum de 2016, en el que el pueblo boliviano rechazó la reelección presidencial, pero la decisión fue desestimada por el Tribunal Constitucional Plurinacional, lo que generó un quiebre en la institucionalidad democrática.

  1. Igualdad de Género

La CPE garantiza la participación equitativa de las mujeres en la vida política y social, consolidando la igualdad de género como principio constitucional. Así, se prohíbe la discriminación por razones de género y se establece la paridad de género en la participación política y en cargos públicos (Arts. 11, 15, 26 y 48).

A pesar de estos avances normativos, la violencia política de género y la brecha en el acceso a oportunidades siguen siendo desafíos pendientes.

  1. Protección del Medio Ambiente

La CPE incorpora la protección de la Madre Tierra como un principio fundamental. Se establece el derecho a un medio ambiente saludable y se reconocen los derechos de la Madre Tierra (Arts. 33 y 342).

Sin embargo, la explotación de recursos naturales y proyectos extractivos han generado conflictos con comunidades locales y han puesto en entredicho el compromiso del Estado con la sostenibilidad ambiental. La explotación ilegal de minerales, sobre todo el oro, es una debilidad del Estado que está amparada por la corrupción y las debilidades de los organismos estatales encargados de fiscalizar este aspecto.

  1. Excesiva Concentración de Poder en el Ejecutivo

La Constitución otorga amplias facultades al Presidente, lo que ha debilitado el equilibrio entre los órganos del Estado y ha favorecido tendencias autoritarias. En lo referente al tema autonómico, si bien se consideran las autonomías en el texto constitucional, en los hechos persiste el centralismo, lo que representa una asignatura pendiente.

Desde el derecho constitucional, esta concentración de poder contradice el principio de separación de poderes, uno de los pilares fundamentales de un Estado constitucional de derecho. La falta de controles efectivos sobre el Ejecutivo ha generado un desequilibrio institucional que afecta la gobernabilidad democrática.

  1. Reforma del Sistema de Justicia

La CPE introduce reformas en el sistema judicial, promoviendo la justicia plural e incorporando la justicia indígena originaria campesina. Se establece la independencia de los órganos judiciales y se reconoce la jurisdicción indígena originaria campesina (Arts. 17 y 190).

No obstante, en los hechos hay una falta evidente de independencia del órgano judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional. La percepción de politización en la justicia continúa siendo objeto de críticas recurrentes. La autoprórroga de los magistrados del Tribunal Constitucional y del Órgano Judicial ha profundizado la crisis institucional, generando inseguridad jurídica y desconfianza en el sistema de justicia. A esto se suman fallos muy controvertidos y violatorios de la propia Constitución, como en el caso TIPNIS y el arbitrario reconocimiento de la reelección indefinida como un derecho humano, entre otros.

Reflexión Final

Desde una perspectiva política, la CPE de 2009 representa un esfuerzo por democratizar el poder, otorgar mayor participación a los sectores históricamente excluidos y consolidar un modelo de desarrollo con justicia social. Sin embargo, su aplicación ha enfrentado desafíos significativos, especialmente en la implementación de autonomías, la coexistencia de sistemas jurídicos y la gestión de los recursos naturales. A esta altura, se puede señalar que hay una gran brecha entre lo que se declara en la Constitución y lo que efectivamente se materializa, lo que convierte a este cuerpo normativo en más semántico que efectivo.

A pesar de sus luces, personalmente considero que las sombras de la Constitución revelan la necesidad urgente de su reforma, particularmente en el sistema de justicia, el modelo económico y los mecanismos de control ciudadano. La crisis de gobernabilidad, la inseguridad jurídica para las inversiones y la recesión económica ponen en cuestión la viabilidad del modelo actual y abren el debate sobre la necesidad de ajustes profundos para garantizar un verdadero Estado Constitucional de derecho y desarrollo sostenible para Bolivia.

Fuente: eju.tv


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