Cultivos de coca crecen en zonas no autorizadas y que tienen vínculos con el narco


En el norte de La Paz existen zonas donde las plantaciones de coca están instaladas en zonas de narcos, como Apolo o Charazani. En la provincia Ichilo de Santa Cruz ocurre lo mismo. También hay coca ilegal en la provincia Moxos de Beni.

Ivan Alejandro Paredes

 

Los cultivos de la hoja de coca se disparan en zonas permitidas y no permitidas.



 

Fuente: El Deber

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Los cultivos de hoja de coca en zonas tradicionales crecieron en la gestión 2023. En el norte de La Paz hay un crecimiento del 2% de las plantaciones y en la provincia Ichilo, de Santa Cruz, un 121%. Además, en la provincia Moxos el Beni también se detectaron cultivos de coca. Estas zonas tienen vínculos con rutas del narcotráfico y con áreas de producción de clorhidrato de cocaína.

La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc) presentó la semana pasada su informe sobre la extensión de plantaciones de coca en Bolivia. Este documento reveló que en 2023 hubo un incremento del 4% en comparación con la gestión 2022, lo que significa que los cultivos llegaron a 31.000 hectáreas en las zonas productoras. Mientras que en algunas zonas no tradicionales las plantaciones de coca se desbordaron, como es el caso de Ichilo y el norte de La Paz.

La representante de la Unodc en Bolivia, Mónica Mendoza, destacó que este crecimiento se ha registrado en las tres principales regiones de cultivo del país: los Yungas de La Paz, el norte de La Paz y el trópico de Cochabamba. En particular, la provincia de Bautista Saavedra, en el norte paceño, mostró un incremento del 77% en el cultivo de coca, lo que representa una de las mayores preocupaciones de las autoridades nacionales.

Para el año 2023 muestran un incremento de 4% de la superficie de cultivos de coca con respecto al 2022; en ese sentido se ha identificado una superficie de 31.000 hectáreas de cultivos de coca a nivel nacional, este incremento se reflejó en las tres regiones del monitoreo: Yungas de La Paz, norte de La Paz y el trópico de Cochabamba”, dijo Mendoza en el evento de presentación de los resultados que se desarrolló en instalaciones de la Cancillería.

Según los datos presentados por la Unodc, en el norte de La Paz hay siete municipios donde se cultiva la hoja de coca: Mapiri, Tacacoma, Apolo, Charazani, Ayata, Aucapata e Ixiamas. En algunos está permitida las plantaciones, pero en la mayoría no.

“Los cultivos de coca identificados en las regiones de Los Yungas y Norte de La Paz están distribuidos en diez provincias. El mayor incremento porcentual, se ha registrado en la provincia Bautista Saavedra con un 77% en comparación a 2022, pasando de 44 ha (hectáreas) a 78 ha de cultivo”, dice parte del informe.

Paso de cocaína

En la provincia Bautista Saavedra se ubica el municipio de Charazani, que es considerado como parte de la ruta de ingreso de la cocaína que ingresa desde Perú. Además, están los municipios de Apolo e Ixiamas, que son también parte de esa vía que une la frontera boliviana con el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), que es la zona de Perú donde se cultiva coca y se produce cocaína.

Solo en el norte de La Paz existen 483 hectáreas de cultivos de coca hasta 2023. Eso significa un incremento del 20% en comparación a la gestión 2022.

El norte de La Paz forma parte del ecosistema del río Amazonas que se caracteriza por su vegetación exuberante. En esta zona se encuentra el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado (PN y ANMI) Madidi que representa el 71% del territorio del municipio de Apolo. La provincia Franz Tamayo del departamento de La Paz cuenta con la mayor diversidad de pisos ecológicos de toda Bolivia. Comprende dos regiones fisiográficas: una tropical y otra montañosa. Las provincias Bautista Saavedra y Muñecas se caracterizan por presentar relieves topográficos con pendientes pronunciadas similares a la región de Los Yungas de La Paz.

“En la región del norte de La Paz, entre 2013 y 2023, se observaron fluctuaciones constantes en las superficies de cultivos de coca. Entre el 2014 al 2020, se registraron incrementos de 130 ha a 510 ha con la excepción del 2017, cuando se registró una reducción de 220 ha. En contraste, para la gestión 2021 a 2022 hubo un descenso continúo pasando de 464 ha a 404 ha respectivamente. Finalmente, para la gestión 2023 se registró un incremento alcanzando las 486 ha”, dice el informe de la Unodc.

En el lado de Apolo existe una comunidad llamada San Fermín, donde hubo denuncias de que familias peruanas cultivan coca en el lado boliviano. Esta localidad está en plena frontera y también es conocida por ser un paso de la cocaína peruana a Bolivia.

“En las comunidades fronterizas de Cocos Lanza y San Fermín habían hace cinco años unas 100 familias peruanas por lo menos, nos informaban que en el río Cocos Lanza y el río Colorado se asentaron comunidades peruanas en territorio boliviano y esas familias cultivaban coca. También esta zona es considerada como una zona roja por el paso de droga por esos ríos y también porque se detectaron pistas clandestinas”. informó una fuente policial.

Caso alarmante

En la presentación de este informe el caso que más llamó la atención fue la de la provincia Ichilo, en Santa Cruz. “Se identificó que la provincia Ichilo, en el departamento de Santa Cruz, tuvo el mayor incremento de superficie de coca cultivada, con un aumento del 121%. De esta manera, los cultivos de coca identificados pasaron de 181 hectáreas en 2022 a 416 hectáreas en 2023”, detalló representante de la Unodc.

“En la provincia Ichilo se reportó un incremento de superficie de forma consecutiva durante el periodo 2013 a 2015. A partir del 2016 al 2020 se tuvieron incrementos fluctuantes en la superficie. Para el año 2020 se cuantificó una superficie de 455 ha, y en los últimos dos años se reportó una reducción en la superficie alcanzando las 188 ha en 2022. En contraste, en esta última gestión la provincia reporto un incremento con unas 416 ha”, dice el estudio.

Ichilo es una zona donde no se puede cultivar coca, sin embargo, las plantaciones se desbordan cada año que pasa. En esta provincia incluso se detectaron laboratorios de cocaína, pozos de maceración, tráfico de combustibles y narcotraficantes asentados en diferentes municipios, como Yapacaní y San Carlos.

El exministro de Gobierno Carlos Romero calificó a la provincia de Ichilo como el “epicentro del narcotráfico” en el país y dijo que por eso en su gestión se destinó presupuesto para instalar puntos de control policial en esa zona.

En Beni, la provincia Moxos reportaba sus resultados de cuantificación como parte de la provincia Chapare hasta 2014. A partir de 2015 se cuantificó de manera separada. En la gestión 2023 se detectaron 29 hectáreas de coca cultivada, misma cifra que en 2022. La zona donde se cultiva coca es cerca al límite de Cochabamba, donde hay presencia de narcos.

Fuente: El Deber


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