Para el analista y docente universitario, Julio Alvarado, las medidas que disponen la subvención a los hidrocarburos fueron implementadas por el gobierno de Evo Morales bajo el pretexto de la falsa nacionalización y un modelo fallido. > En su opinión, la única forma de poder asumir medidas destinadas para revertir la actual situación de crisis por la que atraviesa el país, es sacando a Bolivia de la dictadura “masista” y que sea un nuevo “gobierno democrático” el encargado de estabilizar la economía nacional.
Fuente: El Diario
El analista y docente universitario, Julio Alvarado, al puntualizar que Bolivia se encuentra entre los países con el precio de combustibles más bajo de la región, explicó que los gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) han conducido al país a una situación “insostenible”, cuya única solución posible es salir de la “dictadura” del partido azul.
Según el especialista, el precio de los carburantes en territorio nacional, la diferencia respecto a países vecinos, un consumo interno descontrolado y la falta de producción propia, hacen que el país “se desangre”, producto de una subvención en constante crecimiento y un contrabando que no puede ser controlado.
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“Con estos precios naturalmente Bolivia se está desangrando, porque los precios en los países vecinos están por encima de los 11 bolivianos, por eso es que esta situación ha llegado a un punto en el que ya es insostenible”, sostuvo Alvarado.
Recordó que las medidas relacionadas a la subvención de los hidrocarburos fueron dispuestas por el gobierno de Evo Morales bajo el pretexto de una falsa nacionalización y un modelo fallido de redistribución de la riqueza, sin generar otras alternativas de ingreso para el país, más que vivir de la renta proveniente de la venta de gas.
“Esta es la situación a la que nos han llevado los dos gobiernos del MAS”, puntualizó Alvarado, asegurando que el éxito de las políticas aplicadas por una administración se reflejan en los resultados, “es correcto afirmar que la nacionalización fue un rotundo fracaso”.
En esa línea, aseveró que la única forma de poder asumir medidas destinadas para revertir la actual situación de crisis por la que atraviesa el país, es sacando a Bolivia de la dictadura “masista” y que sea un nuevo “gobierno democrático” el encargado de estabilizar la situación y sacar adelante la economía nacional.
“Como no tenemos en este momento hidrocarburos, porque la nacionalización ha sido un fracaso, dejándonos sin gas y sin combustibles, ahora se necesita un cambio radical en este tema y la primera de estas medidas es lograr salir de la dictadura del MAS, pues solo en democracia vamos a poder hacer que la economía crezca”, indicó.
Para el analista, si no se logra salir del régimen “masista”, se seguirán aprobando presupuestos sin que estos pasen por el Parlamento para su aprobación, lo que prolongará el “caos económico” en el que ahora se encuentra Bolivia y su población.
Respecto a los pedidos de renuncia al presidente del Estado, Luis Arce, Alvarado descalificó este tipo de versiones por estar fuera de lugar y por ser parte de la pugna interna que mantiene dividido y en constante disputa a la dirigencia y militancia del partido azul.
“Las elecciones son en agosto, de aquí a unos pocos meses, lo que están pidiendo con estas demandas de renuncia es que entre Andrónico Rodríguez, y eso no es para mejorar la situación, sino es parte de la pugna entre esos grupos corruptos que han llevado a la quiebra al país”, afirmó.
En esa línea, apuntó que un acortamiento en el mandato del presidente Luis Arce no solucionaría absolutamente nada, menos la llegada al poder de un personaje ligado al “evismo”, como el actual titular del Senado. “Ambas posibilidades nos destinarían a continuar aplicando el mismo modelo corrupto e ineficiente”.
Alvarado adelantó que en los meses previos a las elecciones generales, “cada día será peor”, sino se asumen medidas serias y responsables. “El país continuará hundiéndose económicamente”, finalizó.
La pasada semana, luego que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) reconociera su incapacidad para abastecer de combustibles al mercado interno y las medidas anunciadas por al Gobierno para sostener esta situación, admitiendo el “descalabro” de la economía nacional, analistas y parlamentarios aseguraron que el fracaso del modelo económico masista se encuentra en un punto insostenible.
El abogado constitucionalista y analista político, Williams Bascopé, señaló que estos anuncios solo confirman que el “arcismo” y “evismo” llevaron al Estado boliviano a la actual situación de crisis, sin diésel, sin gasolina, sin dólares, además de carreteras en mal estado y una canasta familiar en constante subida.
Según el jurista, la actual situación lleva a la urgente necesidad de discutir el futuro de la subvención a los hidrocarburos, analizando responsablemente todas las propuestas para dejar sin efecto una medida que asfixia la economía nacional. “Caso contrario nos estamos yendo directo a la quiebra total”, expresó a través de sus redes sociales.
Por la misma vía, el politólogo y docente universitario, Paul Coca, sostuvo que el reconocimiento de autoridades sobre deficiencias y problemas para cumplir con la distribución de combustible a nivel nacional, solo confirman el estado en que el modelo “centralista-socialista” ha dejado al país y la necesidad de un urgente cambio en la forma de conducir el Estado.
“El ‘proceso de cambio’ quebró al país, despilfarraron el dinero e ingresamos al comunismo. No hay plata para nada y ahora la crisis energética nacional se agudiza. Urge un cambio de proceso”, dijo.
Asambleístas como la cruceña María René Álvarez destacaron que desde el Gobierno por fin se haya admitido el “descalabro de la economía nacional y el fracaso del modelo económico masista”, sin embargo, reprochó que autoridades insistan en préstamos para mantener una subvención que en casi dos décadas ha llevado a la quiebra al Estado boliviano.
En criterio del senador por Tarija, Rodrigo Paz, las medidas anunciadas para priorizar la distribución de combustible para el sector minero, a precio internacional, demuestran que el Gobierno está en “fase terminal” y es incapaz de cumplir con sus obligaciones básicas.
Fuente: El Diario