Jorge Santistevan estima que la lucha antidrogas es un fracaso, porque solo se incauta el uno por ciento de lo que sale de esa región al exterior.
eju.tv / Video: DTV
Tras conocerse en las pasadas horas de un nuevo hecho de sangre en el trópico de Cochabamba donde un hombre fue acribillado a tiros por supuestos sicarios, el experto en temas de seguridad, Jorge Santistevan, afirmó que ese y otros casos de ajustes de cuentas y asesinatos demuestran que esa región está secuestrada por ‘capos del narcotráfico’ y alertó que se deben tomar medidas, porque el crecimiento de la criminalidad se incrementa a niveles incontrolables.
La madrugada del miércoles, un hombre murió baleado en el municipio de Ivirgarzama, ubicado en el municipio de Puerto Villarroel del departamento de Cochabamba y se suma a varios casos similares sucedidos en los últimos meses. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, consideró que el trópico es una zona roja, después de anunciar el traslado de una comisión de investigadores que recolecte los elementos e indicios para poder llegar a conocer los móviles y circunstancias del asesinato.
Foto: captura pantalla
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“Los hechos que vemos con este último caso en Ivirgarzama nos confirman que los cárteles existen, que la droga existe y que están en el Chapare. Los narcos tienen control no solamente del territorio, sino también tienen control geopolítico; porque desde ese lugar, acumulan, elaboran y comercializan al exterior, a diferentes partes del mundo, grandes cantidades de droga; como ejemplo, apenas el uno por ciento se incauta de lo que sale al exterior, está en fracaso la lucha antidrogas”, afirmó el analista.
Santistevan expresó su preocupación porque en ese sector existe una total impunidad, debido a que ni la Policía Boliviana ni el Ministerio Público se animan a ingresar a ese territorio para iniciar las investigaciones, porque el Estado no garantiza su vida. El caso más evidente es que hasta la fecha no pueden cumplir las órdenes de aprehensión contra Evo Morales y el dirigente campesino Ponciano Santos, quienes se parapetaron en el lugar para evitar su captura.
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“Vemos cada vez que el Chapare es una tierra de nadie, es una republiqueta controlada por mafias, llámese cárteles, organizaciones criminales o clanes familiares; esto es grave, porque atenta a la soberanía del Estado, pero atenta más cuando esto se transforma en narcopolítica, en un narcoestado y podríamos ser gobernados por narcotraficantes y la tarea pesada que le viene al próximo gobierno va a costar mucho sacrificio; el nivel de ascendencia de la criminalidad es incontrolable y va a traer consecuencias lamentables”, estimó.
En consecuencia, alertó que las familias productoras de hoja de coca ‘están secuestradas’ por los narcotraficantes, porque son quienes dominan y controlan ese territorio; por ello, la importancia para el Estado que se libere esa región de las mafias que someten a la población; además, expresó que esos grupos delincuenciales son los que generan pobreza al Estado, porque reciben dólares del exterior por la actividad ilícita y los comercializan en el mercado negro.
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“Mientras no encontramos dólares en ninguna parte, pero sí se encuentran en el mercado negro, porque es un mercado ilegal que viene del narcotráfico. ¿Y quiénes manejan ese mercado? Ellos se enriquecen más a costa del sacrificio de la gente; entonces, nos empobrecen más, están encareciendo todo lo que estamos comprando a diario precisamente porque no tenemos los dólares que debería haber puesto el Estado y no los puede poner porque eso es blanqueamiento de dólares y eso se detecta”, señaló.
Asimismo, aseveró que de esa actividad ilícita se encadena a otras actividades ilegales como el contrabando, la trata de personas, entre otros delitos. “La droga es el lubricante de la economía de ciertos grupos de poder que usufructúan del Estado, ganan más, mientras el pobre no puede conseguir un dólar para hacer negocio”, señaló el coronel retirado de las Fuerzas Armadas, quien alertó que la situación en el trópico es una bomba de tiempo para el Estado.