Hizo mención a las declaraciones realizadas la anterior semana, en referencia que en agosto de 2025, lo más probable es una derrota para los masistas, en referencia a la candidatura de Luis Arce o del expresidente.
eju.tv / Video: DTV
Tras la declaración de Álvaro García Linera, quien criticó al actual gobierno que fue puesto por Evo Morales e incluso anticipó que se viene una derrota del MAS, al respecto, el diputado evista Ányelo Céspedes calificó de «malagradecido» al exvicepresidente, a quién acusa de traicionar a Evo Morales y estar detrás del asesoramiento económico de Luis Arce.
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“Los malagradecidos siempre van a hablar a los que les dio la mano, no olviden que los perros muerden la mano de los que les da de comer. Hoy voy a hablar de este malagradecido, el exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, el matemático que no sacó título”, ironizó el legislador.
Hizo mención a las declaraciones realizadas la anterior semana, en referencia que en agosto de 2025, lo más probable es una derrota para los masistas, en referencia a la candidatura de Luis Arce o del expresidente.
Incluso manifestó que García Linera es un matemático que asesora al otro matemático Luis Arce Catacotra, cuando debería estar agradecido con Morales, tomando en cuenta que gracias a él tuvo un ingreso económico durante 14 años.
“Es este hombre traidor y que vivió 14 años del dinero de los bolivianos y que gracias a Evo Morales fue vicepresidente, hoy es uno de los primeros en atacar a Evo, por eso lamento la vida de estos malagradecidos”, sostuvo Céspedes.
Las declaraciones de Céspedes se dan luego que el fin de semana, en un contexto en el que no existe sintonía entre Luis Arce Catacora y Juan Evo Morales, el exvicepresidente Álvaro García Linera consideró que “lo más probable es una derrota, en agosto del 2025”, según expuso en un conversatorio sobre sobre la crisis del progesismo.
García Línea llegó a este tema después de analizar la situación de los liderazgos de izquierda en Bolivia y advirtió que existe una incapacidad de manejar el traspaso del liderazgo carismático -representado por Morales- a uno institucional o rutinario -como el de Arce.
