Cierre de sucursales y despidos, el costo del alza salarial según Wende


La Cámara Gastronómica reiteró su preocupación por la sostenibilidad del sector frente a decisiones que, aunque buscan mejorar ingresos, terminan afectando.

eju.tv /Video: La Hora Pico

Santa Cruz.-Tras el anuncio del incremento del 10% al salario mínimo nacional y del 5% al haber básico, el vicepresidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz, Tommy Wende, advirtió que esta medida tendrá un impacto negativo directo en el sector gastronómico, generando posibles cierres de sucursales y despidos de personal.



En entrevista con La Hora Pico de eju.tv, Wende explicó que el incremento representa un golpe severo dentro de la estructura de costos de las empresas del rubro gastronómico. “Nos pega durísimo. Subir 10% a los salarios afecta profundamente a quienes están tratando de impulsar la economía del país desde el emprendimiento”, sostuvo.

El representante del sector indicó que las empresas manejan márgenes de utilidad ajustados, por lo que alteraciones abruptas en los costos laborales desestabilizan completamente su operatividad.

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“Dentro de cualquier empresa hay una estructura de costos que se debe respetar. Si los porcentajes son saludables, el negocio funciona. Literalmente, uno puede ver si va a ganar o perder sin siquiera ver el número final, solo con los porcentajes”, explicó durante la entrevista en el programa La Hora Pico de eju.tv, que conducen Belén Mendivil, Natali Justiniano, Jorge Robles y Ernesto Justiniano.

Wende agregó que los negocios gastronómicos han estado resistiendo mes a mes, ajustando al máximo sus gastos. “Estamos arañando costos, reduciendo un poco de personal, viendo cómo aumentar el margen de utilidad, y no hay forma de que podamos absorber un 10% más en la planilla salarial”, advirtió.

Frente a este escenario, señaló que muchos empresarios del sector se enfrentan a decisiones difíciles: cerrar sucursales o despedir empleados. “Marcas gastronómicas importantes dentro de la Cámara ya nos han comunicado que se verán obligadas a cerrar porque no aguantan más”, afirmó.

Wende también hizo referencia al agotamiento emocional de muchos emprendedores. “Y aunque no lo creas, muchas veces no es solo que no te da el negocio, es por salud mental. Hay personas que, como se dice coloquialmente, ya se ‘pudrieron’ de estar pensando cada mes cómo disfrazar los números para seguir operando en este país. Es muy difícil”, lamentó.

Añadió que muchos jóvenes emprendedores, sin una contabilidad sólida, descubren tarde que están acumulando deudas en lugar de generar ingresos. Además, lamentó la falta de controles al contrabando, mientras los restaurantes formales siguen siendo el blanco de fiscalizaciones.

“El contrabandista se oculta en un galpón en un barrio alejado; nosotros, en cambio, estamos en la mira. Hay medidas tributarias, como la obligación de pagar hasta el 30 de abril el UE al contado para poder acceder al pago a cuenta del IT, que nos dejan poco margen de acción”, comentaron Jorge Robles y Belén Mendivil.