Un nuevo combustible 700 veces más potente amenaza con jubilar a los motores eléctricos e incluso al hidrógeno


Una revolucionaria tecnología basada en nitrógeno líquido podría cambiar el futuro de la movilidad sostenible. Más potente, eficiente y limpio que el hidrógeno, este nuevo combustible está despertando un inusitado interés en la industria automotriz global.

Fuente: Gizmodo



Martín Nicolás Parolari

Durante años, los motores eléctricos y de hidrógeno han liderado la carrera hacia una movilidad más limpia. Representan la vanguardia de los vehículos sostenibles, alejándose de los contaminantes motores de combustión interna. Sin embargo, una nueva tecnología irrumpe con fuerza: un motor impulsado por nitrógeno líquido, con una capacidad de expansión 700 veces superior. Este avance podría redefinir el futuro de la energía sobre ruedas.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Los vehículos eléctricos han logrado posicionarse como la alternativa más inmediata al motor tradicional. Su funcionamiento, basado en baterías recargables, permite reducir a cero las emisiones durante su uso. Sin embargo, el reciclaje de baterías, la limitada autonomía y el tiempo de recarga siguen siendo retos pendientes.

Por otro lado, los vehículos a hidrógeno representan una solución más ambiciosa: en lugar de almacenar electricidad, la generan internamente mediante una pila de combustible que transforma el hidrógeno en energía, liberando únicamente vapor de agua.

Pero este proceso, aunque limpio, enfrenta obstáculos técnicos y económicos: la obtención y el almacenamiento de hidrógeno son extremadamente costosos, y su manipulación requiere condiciones de seguridad y refrigeración muy estrictas.

El nitrógeno entra en escena con una propuesta radical

Frente a estas limitaciones, una empresa con sede en Londres trabaja en una alternativa que promete superar a ambos modelos. Su motor de nitrógeno se basa en un principio simple pero poderoso: la expansión térmica. El nitrógeno líquido, al pasar a estado gaseoso, se expande más de 700 veces. Esta fuerza puede ser aprovechada para generar movimiento mecánico de forma similar a un motor de combustión, pero sin gases contaminantes.

Este tipo de motor ya ha sido puesto a prueba en prototipos funcionales, y los resultados preliminares son prometedores. No necesita complejos sistemas de suministro ni produce gases de efecto invernadero. Los subproductos de su combustión son aire limpio: un mix de oxígeno y nitrógeno, totalmente libre de carbono.

Este potencial ha llevado a que varios laboratorios e ingenierías automotrices se interesen en el nitrógeno como un futuro viable para el transporte limpio, capaz de combinar lo mejor del mundo eléctrico con la potencia de la combustión tradicional, pero sin sus desventajas ecológicas.

¿Estamos frente al reemplazo definitivo?

Aunque todavía se encuentra en fase de prueba, la tecnología basada en nitrógeno podría acelerar un cambio profundo en la industria automotriz. Si logra sortear las barreras de escalabilidad, podría convertirse en la opción más lógica para reemplazar tanto a los vehículos eléctricos como a los de hidrógeno, que aún arrastran elevados costes y limitaciones técnicas.

Los próximos años serán cruciales para validar este avance, pero si los motores de nitrógeno cumplen con su promesa, podríamos estar presenciando el nacimiento de una nueva revolución energética: limpia, potente y apta para todos los bolsillos.