Bolivia se mantiene como la tercera economía más inflacionaria de Latinoamérica


Al respecto, a principios de este mes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que la inflación de abril fue del 0,9%, llevando el acumulado del primer cuatrimestre del año al 5,95%. El director de la entidad, Humberto Arandia, sostuvo que se trata de la cifra más baja en los últimos siete meses.

 



Fuente: Bloomberg y eju.tv

Bolivia ocupa el tercer lugar entre las economías con mayor inflación en América Latina, con una tasa interanual del 15,01% registrada hasta abril de este año, según datos de organismos oficiales y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y publicada por el portal Bloomberg. Solo es superada por Venezuela, con el 172%, y Argentina, con un 47,3%, como se ve en el cuadro.

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A pesar de los esfuerzos por controlar el alza de precios, la inflación sigue golpeando el bolsillo de las familias bolivianas, en diferentes regiones del país, donde la crisis se manifiesta de manera cada vez más visible. Por ejemplo, en la ciudad de La Paz, en la zona de Gran Poder, conocida por su intenso comercio mayorista y minorista de productos de la canasta básica, comerciantes decidieron cerrar sus puestos y bloquear calles desde hace días atrás en protesta por el encarecimiento desmesurado de productos y alimentos esenciales de la canasta familiar y la escasez que atraviesan desde hace varios meses.

“Antes, la gente venía a comprar arroz, aceite y harina en cantidad, porque aquí era más barato. Hoy, ya no llegan como antes porque no hay productos o están carísimos”, explicó uno de los vendedores de la zona Gran Poder, quien denunció que la distribución de aceite está siendo limitada a apenas tres cajas por tienda, lo que genera incertidumbre y desesperación en los consumidores.

Inflación, escasez y pérdida de confianza

La situación inflacionaria también está impactando en el comportamiento financiero de la población. De acuerdo con la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), el ahorro en moneda nacional ha mostrado una clara desaceleración. Los depósitos a plazo fijo apenas crecieron un 0,08% entre marzo de 2024 y marzo de 2025, un indicio preocupante de la pérdida de confianza en la estabilidad económica del país.

Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, advirtió en días pasados que esta desaceleración en las captaciones es un reflejo directo del desgaste económico que viven los bolivianos, en un contexto donde el salario ya no alcanza para cubrir los productos básicos.

Al respecto, a principios de este mes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que la inflación de abril fue del 0,9%, llevando el acumulado del primer cuatrimestre del año al 5,95%. El director de la entidad, Humberto Arandia, sostuvo que se trata de la cifra más baja en los últimos siete meses. Sin embargo, comerciantes y consumidores no comparten ese optimismo.

En este contexto, Bolivia se posiciona como uno de los países con mayor presión inflacionaria de la región, mientras persisten los problemas estructurales que impiden garantizar el acceso a alimentos y productos esenciales a precios accesibles para la población.

En 2024, Bolivia cerró con una inflación acumulada del 9,97%, la más alta desde 2008, y que casi triplicó la proyección del Gobierno del 3,6%. En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, el Miniserio de Economía proyectó una inflación anual del 7%, pero al primer cuatrimestre se registra 5,95%.