Por Roberto Méndez, Periodista
En cierta oportunidad, un dirigente político dijo que antes era más fácil ganar las contiendas electorales, pues bastaba comprar alcohol en lata, que no falte la patasca durante la campaña y en el día de la votación, marcar la papeleta y apelar al voto carretilla.
Pero eso ahora ha cambiado sustancialmente con la aparición de las redes sociales, los taxipartidos que se venden al mejor postor y la aparición de otra borrachera, la de poder, que han terminado desdibujando la forma de hacer política tal como la conceptualiza el filósofo griego Aristóteles cuando dice que “es el arte de llegar al poder para procurar la felicidad” y, por el contrario, nos quedamos con las palabras del pensador italiano, Nicolás Maquiavelo, en el sentido que “la política es el arte de llegar al poder y … permanecer en él”, hasta con palos blancos u oscuras golondrinas del Chapare.
Las redes sociales presentan desafíos a la democracia debido a la polarización que fomentan, la propagación de desinformación y la erosión de la confianza en las instituciones. La creación de «cámaras de eco» y la difusión de noticias falsas limitan el debate público y la capacidad de las personas para formarse una opinión informada.
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Lo hemos visto durante esta campaña previa al 17 de agosto, para las elecciones presidenciales en Bolivia, pues, en la derecha, cuando le Samuel Doria Medina y “sus 100 días carajo para mejorar la economía” estaba en su mejor momento -logró imponerse al discurso de un Tuto Quiroga que solo decía que lo criticaban porque se parecía a Quico-; de pronto se filtró la famosa “lista negra” de su aliado, el gobernador electo, Luis Fernando Camacho, y todo cambió.
Y capítulo aparte fue la caída de uno de los archienemigos de los taxi-partidos, Peter Erlwein Beckhauser, quien presentó 6 demandas para anular a los contrincantes.
Mientras en la izquierda, el cocalero Andrónico Rodriguez, actual presidente del Senado, cuando se perfilaba como el firme exponente capitalizador del voto duro del Movimiento al Socialismo, y su popularidad subía como la espuma, entonces su jefe de campaña, Mario Cronembold, fue citado a declarar por la Fiscalía de Santa Cruz, acusado de presuntos vínculos con el criminal brasileño Marco Roberto de Almeida, conocido como “Tuta”, líder del Primer Comando de la Capital (PCC) en una investigación por presunto lavado de dinero.
De ese modo, el único que queda firme en el MAS, es el exministro Eduardo del Castillo, tras la intención del presidente Luis Arce de declinar a la candidatura y la inhabilitación electoral del expresidente Evo Morales de aspirar a la presidencia a pesar de un fallo constitucional y un referéndum, que así lo establecen.
Otro de los incidentes que llamó la atención fue que el analista financiero Jaime Dunn no inscribió su candidatura a la Presidencia debido a las “cosas extrañas” que surgieron después de anunciar su ingreso a la carrera electoral, como un supuesto proceso penal por el Caso Zúñiga, un presunto registro como militante del MAS y procesos en la Contraloría General del Estado.
Otro candidato que por ahora está con los crespos hechos es el médico coreano-bolivaino Chi Hyun Chung, quien no figura entre los diez binomios registrados por el Tribunal Supremo Electoral, el 19 de mayo y lo último que se sabe es su anuncio de impugnar la candidatura del Partido Demócrata Cristiano (PDC), sigla que postula a Rodrigo Paz y a Edman Lara como binomio a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente y que era el que supuestamente le prestaría la sigla.
De todo se ha visto en esta campaña, hasta la aparición del docente Miguel Angel Cadima que no logró inscribirse, no obstante haber ofertado que si llegaba al poder, dolarizaría el país, impulsaría que los autos se muevan con agua y eliminaría que no hayan aplazos en las escuelas, entre otras y el actual alcalde Jhonny Fernández que, según Evo Morales, le ofreció su sigla para inscribirse.
En resumen en Bolivia tenemos mas problemas que el mismo Algebra-Baldor y no sabemos si la derecha o la izquierda o los paracaidistas con afinidad al gobierno que han aparecido, tienen la fórmula o la astucia del Chapulín Colorado para sacaros de esta crisis galopante que nos asfixia cada día mas.