El líder político afirma que lo resultados difieren de otros estudios internos y que es parte de una guerra sucia en su contra; de todas maneras, asegura que no bajará su candidatura.
eju.tv / Video: Fama, Poder y Ganas
La primera encuesta nacional de intención de voto presentada este domingo por Unitel e Ipsos-Ciesmori sacudió el tablero político boliviano, reavivó las tensiones dentro de la oposición y provocó los cuestionamientos de candidatos presidenciales que fueron afectados por la muestra, tal el caso del candidato por Autonomía Para Bolivia – Súmate (APB – Súmate), quien obtiene un cuarto lugar -con un 7,9%-. Este lunes, el alcalde de Cochabamba salió al paso para afirmar que el estudio en cuestión carece de credibilidad.
Los resultados ubican a Samuel Doria Medina en primer lugar con un 19,1% de apoyo, seguido de cerca por Jorge “Tuto” Quiroga (18,4%) y Andrónico Rodríguez (14,2%); por ello, Reyes Villa, que estaba muy bien posicionado en estudios anteriores, experimenta una drástica caída en la intención de voto, según el estudio del canal televisivo, que también refiere que su área de influencia solamente se circunscribe al departamento de Cochabamba y no así en el resto del país.
Foto: captura pantalla
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“Una encuesta que carece de credibilidad, una encuesta que toma a unos que no estaban inscritos y a otros sí, además, una encuesta se debe hacer cuando los binomios ya estén lanzados, cuando comience la campaña, además difiere de otras que hicimos y que, obviamente, no las puedo comentar; sin embargo, recién comienza la carrera, veremos qué pasa; pero deberíamos esperar al 6 de junio cuando ya estén los binomios oficiales consolidados”, señala el alcalde cochabambino.
Las declaraciones realizadas por Reyes Villa en el programa Fama, Poder y Ganas, alimentan un viejo debate electoral en Bolivia: ¿Las encuestas reflejan la realidad o la moldean? El burgomaestre afirma que los números que refleja el estudio no se ajustan a la realidad, porque es en la calle donde se siente el respaldo de la gente, tal cual señalan sus propios estudios de investigación, en consecuencia, cierra la posibilidad también a bajar su candidatura.
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La reacción del líder político no es nueva en la política boliviana: cuestionar la validez de los sondeos es una táctica habitual entre candidatos que se sienten subvaluados o desplazados del centro del debate; pero su crítica también ratifica que existe imposibilidad de un bloque de oposición que aglutine a todos lo frentes, debido a que no existe un liderazgo dominante, tal cual muestran las encuestas, ni un discurso unificador, como pidió un gran sector de la población que pide un cambio de timón.
El alcalde del Cercado ejemplifica la supuesta inconsistencia de la encuesta con el hecho que aparezca por debajo del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez. “Andrónico puede tener su voto en el Chapare, realmente es algo totalmente preparado, por eso, yo no creo en absoluto en esta encuesta, hay gestiones desgatadas, pero nosotros siempre vamos de subida en Cochabamba. Es imposible, ni siquiera Evo Morales, que no hay que subestimarlo, no gana en las encuestas”, puntualiza.
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Las palabras del excapitán también resuenan en un país donde la credibilidad de las encuestas está erosionada por experiencias pasadas. Las elecciones de 2019 y 2020 dejaron una estela de dudas sobre la manipulación de datos y el uso político de los estudios de opinión. Este antecedente da fuerza a discursos que, como el de Reyes Villa, apelan al escepticismo ciudadano y a la idea de que la voluntad popular no puede medirse anticipadamente.
Mientras Doria Medina intenta capitalizar su primer lugar en la encuesta como punto de partida para articular un bloque opositor competitivo, voces como la de Reyes Villa ponen en duda la legitimidad del proceso mismo; es más, se declara víctima de una guerra sucia en regiones como Santa Cruz, donde lo acataron virulentamente por las desafortunadas declaraciones de uno de sus allegados, palabras que calaron profundamente en la sociedad cruceña y generó un sentimiento adverso hacia su postulación.