El viceministro de Régimen Interior y Policía, Johnny Aguilera, señaló que las pesquisas se realizan de manera «remota» con base en los testimonios y el material audiovisual que circula en las redes sociales.
eju.tv / Video: Que No Me Pierda
«Hay una especie de manto de protección, de encubrimiento que se da allí». El viceministro de Régimen Interior y Policía, Johnny Aguilera, ha revelado las causas por las cuales las investigaciones del caso del doble linchamiento en Shinahota, en el trópico de Cochabamba, se complican.
De hecho, Aguilera señaló que las pesquisas se realizan de manera «remota» con base en los testimonios de algunos dirigentes y personas que habitan en la región y el material audiovisual que circula en las redes sociales.
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Uno de los linchados fue encontrado colgado de una viga y el otro aparentemente tiene quemaduras.
«Nos toca reintroducir el orden, sin generar confrontación, sin exponernos, perder la vida o ser agredidos, conseguir información y monitoreo para sentar precedente», dijo Aguilera en una entrevista en el programa Que No Me Pierda que se difunde en la red UNO.
Según las versiones que circularon sobre el caso, se supone que son tres las víctimas, quienes fueron señaladas de robar vehículos. Aguilera dijo que el doble crimen fue impulsado por «rumores», aunque dos de las víctimas tenían antecedentes penales.
«La violencia extrema que se empleó en el castigo a estas personas, permite establecer la existencia de torturas brutales, ahorcamiento y quema», señaló.
La fuerza del orden dejó el trópico de Cochabamba en medio de amenazas que surgieron de sectores evistas que hace un mes bloquearon las rutas troncales de esa región para pedir la renuncia del presidente Luis Arce y exigir la inscripción de Evo Morales como candidato en las elecciones presidenciales.
«La Policía fue expulsada de esa área porque existen actividades delictivas, una economía subnormal y un gobierno paralelo que impide actuar a la Justicia», señaló Aguilera.
Según el viceministro, «se tiene que establecer un límite claro para evitar estos excesos y fortalecer el proceso judicial».
En algunas ocasiones estos casos fueron considerados como parte de la denominada justicia comunitaria, pero las autoridades han aclarado que esas prácticas están fuera de norma y no tienen nada que ver con ese sistema.
Aguilera dijo que esta «tradición» en el Chapare promovida por sectores sindicales se «desvirtúa» porque deriva en actos violentos y delictivos.