Santa Cruz. «No queda de otra, tengo tres hijos»: la realidad de quienes desafían el frío cada mañana para vender y sobrevivir en las calles.
Naira Menacho
Fuente: Red Uno
A pesar de las bajas temperaturas, muchas personas que trabajan diariamente en las calles deben salir para llevar el sustento a sus familias. Entre los más afectados se encuentran los comerciantes, quienes deben permanecer a la intemperie, esperando concretar las ventas del día.
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Ser comerciante en este clima resulta especialmente sacrificado. Varias personas entrevistadas por Red Uno de Bolivia señalaron que salen de sus viviendas en las primeras horas de la madrugada, a fin de llegar a sus puestos alrededor de las 06:00, con la esperanza de lograr una buena jornada de ventas.
Aunque el frío matinal es extremo, las comerciantes, sobre todo quienes se dedican a la venta de comida y desayunos, aseguran que la demanda ha sido favorable, ya que muchas personas buscan cómo calentarse a esa hora.
Muchas de ellas afirmaron no tener otra alternativa. En varios casos, son madres y padres de familia, y no pueden darse el lujo de perder un solo día de trabajo, ya que eso implicaría menos ingresos.
«No queda de otra, tengo tres hijos», afirmó una comerciante que, a pesar del intenso frío, se mostraba contenta por haber tenido buenas ventas.