La decisión de la Casa Blanca de paralizar el suministro de sistemas Patriot y misiles Hellfire genera inquietud en el gobierno de Zelensky, mientras la ofensiva rusa se intensifica y las reservas se agotan
Ucrania convocó al representante de EEUU en Kiev tras el anuncio de Washington de paralizar los envíos militares
Fuente: infobae.com
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Ucrania citó este miércoles a John Ginkel, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Kiev, para expresarle su inquietud por el reciente anuncio de la Casa Blanca de paralizar el envío de varias partidas de armamento militar, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania. La reunión reflejó el malestar del gobierno ucraniano ante una medida que podría comprometer su capacidad defensiva en momentos que el conflicto con Rusia atraviesa una de sus fases más complejas desde el inicio de la invasión en 2022.
El Departamento de Estado de Estados Unidos comunicó el martes la suspensión de parte de la asistencia militar programada para Ucrania como consecuencia de la preocupación creciente por la caída de las reservas de municiones del propio sistema militar estadounidense. La decisión abarca sistemas altamente demandados por las fuerzas armadas ucranianas, entre ellos los sistemas de defensa aérea Patriot, artillería de precisión y misiles Hellfire, de acuerdo a información publicada por medios estadounidenses como Politico.
La Cancillería ucraniana, en un comunicado tras la reunión con el representante diplomático estadounidense, subrayó que “cualquier retraso en el apoyo a las capacidades de Defensa de Ucrania no haría sino alentar al agresor a proseguir la guerra y el terror, en lugar de buscar la paz”. El Ejecutivo, liderado por Volodimir Zelensky, subrayó que el suministro de armas estadounidenses es de “importancia crítica” para repeler los ataques en el frente oriental y meridional.
La decisión de la Casa Blanca de frenar el suministro de sistemas clave como Patriot y misiles Hellfire genera inquietud en Kiev (REUTERS/ARCHIVO)
Por su parte, el asesor presidencial Dmytro Lytvyn confirmó que el Gobierno ucraniano está en proceso de aclarar con la Administración de Donald Trump el alcance exacto de la interrupción, e indicó que “estamos aclarando la situación. Creo que todo quedará claro en los próximos días”, según declaraciones recogidas por medios nacionales tras la citación del diplomático estadounidense.
El anuncio de Washington coincide con una intensificación significativa de la ofensiva rusa sobre territorio ucraniano. Datos recogidos por autoridades en Kiev revelan que el uso de drones de largo alcance por parte de los militares rusos se incrementó un 36,8 % en junio, alcanzando los 5.438 artefactos detectados, la cifra más elevada desde febrero de 2022, cuando dio inicio la invasión a gran escala.
El Kremlin reaccionó positivamente ante el anuncio estadounidense. El portavoz presidencial Dmitri Peskov, al ser consultado por la prensa, aseguró que “cuantas menos armas se le envíen a Ucrania, más cerca estará el fin de la operación militar especial”, denominación empleada por las autoridades rusas para referirse al conflicto. Peskov recalcó que la reducción en el flujo de armamento occidental puede marcar un punto de inflexión en la duración de las hostilidades y respaldó las declaraciones previas de Moscú sobre la necesidad de disminuir la implicación de potencias extranjeras en el conflicto ucraniano.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov (REUTERS/ARCHIVO)
El recorte coincide además con una fase especialmente crítica del conflicto. Desde inicios de junio, el ejército ruso ha intensificado la presión sobre la línea del frente, especialmente en las regiones orientales de Donetsk y Kharkiv, donde las tropas ucranianas resisten bajo fuerte bombardeo de artillería y ataques con misiles y drones. Las propias autoridades ucranianas han reconocido que la intensificación del asalto ruso ha obligado la retirada en puntos concretos del frente, ante la dificultad para contener los avances sin un suministro constante de municiones y tecnología militar avanzada.
La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Anna Kelly, quiso recalcar en una declaración oficial que “la decisión se tomó para poner en primer lugar los intereses de Estados Unidos, tras una revisión del Departamento de Defensa sobre el apoyo y la asistencia militar de nuestra nación a otros países del mundo”. Kelly remarcó que “el poderío militar de Estados Unidos sigue siendo incuestionable” y citó la postura frente a Irán como demostración de la fortaleza norteamericana.
Mientras tanto, desde Kyiv la preocupación es palpable. El Gobierno ucraniano intenta movilizar apoyo diplomático adicional entre sus socios europeos para compensar la posible disminución del flujo de armas norteamericanas. Sin embargo, fuentes próximas al mando militar ucraniano afirman que, aunque Europa está incrementando sus envíos, las capacidades y volúmenes no son suficientes para cubrir el vacío que dejaría una reducción significativa de la ayuda de Washington.