“Y si es necesario, iremos a La Paz con médicos, enfermeros, técnicos y autoridades a exigir que el Beni sea tratado con dignidad”, protestó el Gobernador Unzueta.
El gobernador Alejandro Unzueta, acompañado de representantes del Comité Interinstitucional del Beni, declaró este miércoles el estado de emergencia en el departamento y dio un plazo de 72 horas al Gobierno central para resolver la crítica situación que atraviesan los servicios de salud, afectados por un drástico recorte presupuestario.
“El Tesoro General de la Nación solo transfirió una fracción de los recursos comprometidos”, denunció Unzueta y detalló que al 31 de mayo el déficit superó los 25 millones de bolivianos, lo cual afecta la ejecución de programas clave del Sistema Único de Salud y deja en el abandono a hospitales, centros de salud y unidades de emergencia que atienden a los sectores más vulnerables.
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En su intervención, el gobernador agradeció la “entrega y valor” del personal de salud, pero advirtió que ya no se puede continuar sin insumos ni con trabajadores impagos. Citó como ejemplo los hospitales de tercer nivel Materno Infantil y Germán Busch, que atienden a más de medio millón de personas y han sufrido un recorte de 5 millones de bolivianos en lo que va del cuatrimestre.
“No vamos a tolerar más el centralismo que nos quiere de rodillas”, afirmó Unzueta y anunció que impulsará un Pacto por la Salud Autónoma y la presentación de un recurso constitucional contra el recorte.
“Y si es necesario, iremos a La Paz con médicos, enfermeros, técnicos y autoridades a exigir que el Beni sea tratado con dignidad”, protestó el Gobernador.
El Comité Interinstitucional advirtió que de no revertirse esta situación los servicios de salud en el Beni colapsarán.
“Hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional, a los organismos de derechos humanos y a las instancias nacionales competentes para que verifiquen esta situación de abandono estatal”, concluyó la autoridad.