Luego de varios minutos, se evidenció que se sentía el olor a los gases lacrimógenos, pero no se conoció a ciencia cierta qué les pasó a los jugadores afectados.
Fuente: Visión 360
El entretiempo del partido The Strongest vs. Real Oruro se prolongó por casi una hora, después de que el club visitante denunció que desde las afueras del estadio Hernando Siles lanzaron gases lacrimógenos, que afectaron a seis futbolistas.
El primer tiempo concluyó a las 18.55, pero después de más de 20 minutos la visita no volvía al campo de juego, lo que provocó la molestia de los atigrados.
El capitán Julio Vila y un dirigente del club orureño fueron los primeros en retornar para explicar lo que estaba sucediendo y empezaron los cruces entre Vila y Jaime Arrascaita, quien era el más molesto de los atigrados, además del delegado atigrado Adrián Monje.
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“Hay varios compañeros que están mal, son por lo menos seis”, se escuchó decir a Julio Vila, el capitán de Real Oruro.
Después de las discusiones entre jugadores y dirigentes de los dos clubes, una comisión de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ingresó al vestuario de la vista para certificar lo que sucedía.
Luego de varios minutos, se evidenció que se sentía el olor a los gases lacrimógenos, pero no se conoció a ciencia cierta qué les pasó a los jugadores afectados.
Los periodistas de la transmisión oficial informaron que, después de varias consideraciones, se determinó que el partido se reanudará.
La segunda parte arrancó a las 19.48, después de una pausa de 53 minutos, cuando solo debía durar 15’.
A los pocos minutos de reanudarse, el partido volvió a interrumpirse por el ingreso de un perrito a la cancha. Después de gambetear por varios minutos a jugadores de los dos equipos, el dirigente atigrado Adrián Monje pudo agarrarlo y fue retirado.