Desde la oposición advirtieron que el modelo económico del MAS se agotó porque sólo funcionó cuando el país estaba en bonanza económica, pero en la crisis no ofrece alternativas de solución.
Fuente: ANF
El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), Marcelo Olguín, criticó este jueves al presidente del Estado, Luis Arce, por defender el modelo económico del Movimiento Al Socialismo (MAS); dijo que los “datos matan el relato”.
“Tenemos claramente los datos. Los datos matan el relato, dice el dicho. Tenemos una inflación galopante en estos últimos meses. Tenemos una escasez muy grande de divisas y de combustible. Están comenzando a faltar repuestos, medicamentos y es una situación que expresa los resultados del modelo que funciona y requiere un cambio”, precisó Olguín.
Durante un acto de entrega de redes de gas en La Paz, el presidente Luis Arce defendió su modelo económico social comunitario, en medio de una crisis económica y energética, caracterizada por la escasez de dólares, encarecimiento de los productos y desabastecimiento de combustible. Sostuvo que su modelo está más vigente que nunca. El mismo discurso lo repitió esta jornada en Tarija, donde realizó la inspección del avance del pozo Churumas.
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“Nuestro modelo es generar excedente y distribuir ese excedente entre la población, que no se lo lleve las transnacionales, que no se lo lleven unos cuantos. Nuestro modelo económico sigue vigente y sigue rindiendo frutos para la población boliviana”, sostuvo Arce.
Sin embargo, desde la oposición advirtieron que el modelo económico del MAS se agotó porque sólo funcionó cuando el país estaba en bonanza económica, pero en la crisis no ofrece alternativas de solución.
En junio de 2025, Bolivia registró una inflación mensual del 5,21%, la más alta de América Latina, superando incluso a Venezuela (4,03%) que mantiene al país caribeño en constante alza inflacionaria por su gobierno de corte socialista. Así lo señala el economista e investigador Luis Fernando Romero, quien advierte sobre el rumbo preocupante de la economía boliviana y los efectos directos en la población.
El propio Órgano Ejecutivo admitió que no tiene la capacidad de solventar $us 60 millones al mes para importar combustible en los volúmenes que demanda la población boliviana. El ministro de Minería, Alejandro Santos, dejó en manos de Dios el abastecimiento hasta el fin de mandato del Arce.