Un nuevo estudio publicado por la Université de Toulouse ha encendido las alarmas sobre una amenaza que pasa desapercibida, pero que está literalmente en el aire: los microplásticos que respiramos a diario. Según sus hallazgos, una persona adulta puede llegar a inhalar más de 70.000 partículas de microplástico al día, especialmente en espacios cerrados como casas y automóviles.
¿Qué son los microplásticos y por qué nos afectan?
Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros de longitud. Se originan por la degradación de productos plásticos comunes, como bolsas, ropa sintética o envases. Algunos incluso se fabrican a ese tamaño para productos cosméticos o de limpieza.
Aunque su tamaño es microscópico, sus efectos podrían ser significativos. Una gran proporción de estas partículas tiene menos de 10 micras (una micra equivale a una milésima parte de un milímetro), lo que significa que pueden penetrar profundamente en el tejido pulmonar.
Un estudio dentro del hogar
Los investigadores analizaron muestras de aire de 16 espacios interiores, incluyendo departamentos y autos, utilizando espectroscopía Raman, una técnica que permite identificar y contar partículas microscópicas. Lo que descubrieron fue impactante:
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- En los departamentos, la concentración media fue de 528 partículas de microplástico por metro cúbico.
- En los automóviles, la cifra se disparó hasta 2.238 partículas por metro cúbico.
Esto se traduce en un estimado de 71.000 partículas inhaladas al día, de las cuales unas 68.000 son de tamaño suficientemente pequeño para llegar a los alveolos pulmonares.
Mucho peor de lo que se pensaba
Este nuevo estudio contradice estimaciones anteriores, que calculaban una exposición mucho menor. La diferencia es abrumadora: los nuevos datos multiplican por cien los cálculos anteriores. Esto pone en evidencia que hemos estado subestimando una fuente de contaminación constante y silenciosa.
Los autores destacan un dato crucial: pasamos cerca del 90% de nuestro tiempo en ambientes interiores. En esos lugares estamos expuestos a textiles, plásticos, productos de limpieza, equipos electrónicos y materiales de construcción, todos ellos posibles emisores de microplásticos.
Impacto en la salud: lo que sabemos (y lo que no)
El estudio no analiza directamente las consecuencias biológicas de respirar microplásticos, pero se suma a una creciente preocupación científica. Algunas investigaciones previas han encontrado microplásticos en pulmones humanos, sangre y placenta. Aunque los efectos específicos a largo plazo aún no se comprenden completamente, los científicos temen que puedan estar relacionados con:
- Enfermedades respiratorias crónicas
- Trastornos hormonales
- Problemas cardiovasculares
- Ciertos tipos de cáncer
- Complicaciones en la fertilidad
Imaginemos que nuestro sistema respiratorio es como un filtro de café. Está diseñado para capturar partículas grandes, como polvo o polen. Pero los microplásticos, por su tamaño minúsculo, logran colarse por los poros del filtro y llegar a donde no deberían.
¿Cómo reducir nuestra exposición?
Aunque no podemos eliminar completamente los microplásticos del aire, sí podemos tomar medidas para reducir nuestra exposición. Algunas recomendaciones prácticas:
- Ventilar frecuentemente los espacios cerrados.
- Usar purificadores de aire con filtros HEPA, que pueden atrapar partículas microscópicas.
- Reducir textiles sintéticos en el hogar, como alfombras o cortinas de poliéster.
- Evitar el uso excesivo de plásticos de un solo uso dentro de casa.
- Aspirar con filtros adecuados y evitar barrer en seco, ya que levanta el polvo fino.
Una llamada de atención para la investigación y la política
El estudio de Toulouse pone sobre la mesa un problema urgente y poco visibilizado. Aún no sabemos con certeza cuál es el impacto de respirar plástico durante años, pero la magnitud de la exposición diaria debería ser motivo suficiente para acelerar investigaciones médicas y respuestas regulatorias.
Los investigadores insisten en la necesidad de establecer normas de calidad del aire interior que contemplen la presencia de microplásticos, tal como ya existen para otros contaminantes.
Como cuando descubrimos que el agua potable contenía trazas de plomo y se tomaron medidas, este hallazgo podría marcar un punto de inflexión para legislar sobre materiales, procesos industriales y productos domésticos que contribuyen a esta contaminación.
Fuente: https://wwwhatsnew.com