El defensor de Blooming lanzó una dura advertencia tras los graves incidentes con pirotecnia ocurridos en el Hernando Siles. “Somos padres de familia”, dijo. El caso será analizado por el Tribunal de Disciplina.
Fuente: eldeber.com.bo
La violencia volvió a manchar el fútbol boliviano. Esta vez ocurrió en el estadio Hernando Siles de La Paz, durante el partido entre The Strongest y Blooming, que terminó 3-2 a favor del local. Cuando se jugaba el minuto 92, hinchas del club atigrado comenzaron a lanzar pirotecnia al campo de juego y uno de los artefactos impactó en la pierna del delantero aurinegro Juan Godoy, generando preocupación generalizada.
Quien tomó la palabra tras el lamentable suceso fue Gabriel Valverde, defensor de Blooming, que en conferencia de prensa lanzó una dura crítica sobre la creciente violencia en los estadios bolivianos. “Somos personas, padres de familia, todos los que entramos a la cancha tenemos familia. Lo que sucedió dentro del campo no puede volver a pasar”, afirmó.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El central cruceño fue aún más enfático al asegurar que este tipo de actos no se detendrán hasta que ocurra una tragedia: “Si los jugadores no nos paramos, esto va a continuar hasta que un jugador esté muerto o herido”. Valverde también recordó lo sucedido semanas atrás en Montero, donde el bus de Blooming fue atacado con un arma de fuego: “No fue una bala de goma. Fue un arma de fuego”.
Indignado, Valverde también condenó el hecho de que la agresión haya sido contra un jugador del mismo equipo local. “A su propio jugador lo dañaron. Él tiene hijos, esposa, padre y madre. ¿Qué pasa si ese cohete le llega en la cara? Le quemó, lo marqué y le vi la pierna”, sentenció.
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) confirmó que el caso será analizado por el Tribunal de Disciplina, basándose en el informe arbitral, así como en los reportes del delegado y del oficial de seguridad del encuentro. De acuerdo al Código Disciplinario, el club local puede ser sancionado con multas económicas y otras medidas, dependiendo de la gravedad del hecho y la reincidencia.
Este nuevo episodio reabre el debate sobre la falta de control en los escenarios deportivos y la urgente necesidad de medidas más drásticas para garantizar la seguridad de los jugadores y del espectáculo en general. Mientras tanto, Blooming exige respuestas.