Alteño vende pan solidario a 3 por Bs 1 para ayudar a familias en crisis económica


La realidad que Omar ve cada día en su comunidad es dura. “La ciudad de El Alto tiene la gente que más sufre, que más pasa necesidades. En las últimas semanas el pan ha escaseado y muchos niños están con desnutrición. No podemos quedarnos de brazos cruzados”, dijo Pati con determinación.

eju.tv

En medio de la profunda crisis económica que golpea con fuerza a las familias alteñas, el joven Omar Pati decidió transformar su preocupación en acción. Esta mañana (11), instaló un pequeño puesto de venta en la pasarela del arquitecto de la Ceja de El Alto y ofreció pan solidario a tres unidades por un boliviano. Un gesto simple, pero con un profundo significado para quienes hoy enfrentan la escasez y el hambre.



“Queremos apoyar a la población porque nuestro pueblo está muriendo de hambre”, expresó con sinceridad Omar. Su iniciativa no es casualidad ni un acto aislado porque esta es la segunda actividad de una campaña que busca replicarse en los 14 distritos de la urbe alteña llevando no solo pan, sino también harina, azúcar y otros productos de la canasta familiar.

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“No queremos quedarnos con las manos cruzadas, queremos ser parte de la solución”, expresó Pati en entrevista con Cadena A.

La realidad que Omar ve cada día en su comunidad es dura. “La ciudad de El Alto tiene la gente que más sufre, que más pasa necesidades. En las últimas semanas el pan ha escaseado y muchos niños están con desnutrición. No podemos quedarnos de brazos cruzados”, dijo Pati con determinación.

Por eso, su compromiso va más allá de su pequeño e improvisado puesto de venta porque junto a jóvenes, gremiales y microempresarios financian este proyecto con sus propios recursos y buscan crear una red de solidaridad que alcance incluso las zonas más alejadas, como los distritos 7 y 8.

La campaña solidaria del precio justo, impulsada por Omar y sus compañeros, se propone convertirse en un faro de esperanza en tiempos difíciles.

“Es momento de pensar en el pueblo porque nadie más va a pensar en nosotros”, afirmó el joven activista e invitó a la comunidad alteña a sumarse a esta iniciativa que busca derribar diferencias y fortalecer la unidad en la adversidad.

Mientras el sol se eleva en El Alto, el puesto de Omar Pati se convierte en un símbolo vivo de empatía y resiliencia. A través de un pan vendido a precio solidario, se siembra una semilla de esperanza en el corazón de una ciudad que clama apoyo mutuo. “Seguiremos aquí, una vez a la semana, y luego en todos los distritos”, concluyó el joven, decidido a mantener viva la llama de la solidaridad.