Dennis Bell tenía veinticinco años cuando, el 26 de julio de 1959, cayó en una grieta del glaciar Ecology, en la isla Rey Jorge
El hallazgo de los restos de Dennis Bell pone fin a una pesadilla de casi siete décadas para su familia (foto: David Bell)
Fuente: infobae.com
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Los restos del investigador británico Dennis Bell, extraviado durante más de seis décadas en la región antártica, han sido finalmente localizados y recuperados, según informó este martes el British Antarctic Survey (BAS). El suceso marca el cierre de uno de los misterios más largos del continente helado y supone un momento conmovedor y profundo para la comunidad científica y la familia del explorador.
Bell tenía veinticinco años cuando, el 26 de julio de 1959, desapareció tras caer en una grieta del glaciar Ecology, en la isla Rey Jorge, perteneciente a las Islas Shetland del Sur, al norte de la península antártica. Sobrevivió a una caída de aproximadamente 30 metros, pero los esfuerzos de rescate resultaron infructuosos y, desde entonces, su paradero se consideró un enigma de la exploración polar.
Dennis Bell celebrando la Navidad de 1958 junto a su equipo de investigadores (foto: British Antarctic Survey)
El hallazgo tras décadas de misterio
La recuperación informada este martes se produjo en enero pasado, cuando un equipo de la base polaca en la isla Rey Jorge encontró restos humanos y cientos de objetos personales entre las rocas descubiertas por el retroceso del glaciar. El BAS confirmó la identidad de Bell tras comparar muestras de ADN con las de sus hermanos vivos, David Bell y Valerie Kelly. Entre los objetos recuperados se hallaban fragmentos de hueso, un reloj grabado, un cuchillo fabricado en Suecia, equipos de radio y bastones de esquí, los cuales se conservaron prácticamente intactos debido al clima extremo.
“Cuando a mi hermana Valerie y a mí nos notificaron que habían encontrado a nuestro hermano Dennis después de 66 años, nos quedamos impactados y asombrados”, aseguró David Bell con asombro y la emoción, según reseña CNN. También manifestó su agradecimiento a los equipos británico y polaco por su labor, reconociendo que este descubrimiento les permitió superar la trágica pérdida de su brillante hermano.
Conocido entre sus colegas como “Tink”, Bell se había unido al entonces Servicio de Inspección de las Dependencias de las Islas Malvinas (FIDS) en 1958 como meteorólogo, tras haber servido en la Real Fuerza Aérea. Su espíritu aventurero y su pasión por la ciencia lo impulsaron a participar en una de las expediciones más exigentes del siglo XX.
Una fotografía difundida por el British Antarctic Survey lo muestra celebrando la Navidad de ese año junto a sus compañeros en la base de Admiralty Bay, en un ambiente de camaradería, a pesar de las duras condiciones.
Bell desapareció trágicamente mientras se encontraba en el Ecology Glacier, ubicado en la isla Rey Jorge (foto: Captura de Google Maps)
El accidente y los intentos de rescate
El trágico incidente se produjo cuando Bell y tres colegas partieron en trineos tirados por perros para escalar el glaciar, como parte de una misión de reconocimiento y geología. Bell y el topógrafo Jeff Stokes se adelantaron media hora al segundo grupo. La profunda nieve dificultaba el avance de los perros, que evidenciaban signos de agotamiento, por lo que Bell caminó por delante para animarlos. En ese momento, sin portar esquís, desapareció repentinamente en el hielo.
Stokes encontró rápidamente el agujero y, al escuchar la voz de Bell, descendió una cuerda de 30 metros. A continuación, le indicó que se sujetara y ató el extremo al trineo, intentando izarlo, pero su cinturón cedió cuando su cuerpo alcanzó el borde de la grieta, provocando que cayera de nuevo al fondo.
Bell no volvió a responder a las llamadas de su amigo. Tras marcar la ubicación, Stokes regresó para buscar al resto del equipo. Después de doce horas y enfrentando condiciones climáticas hostiles, el grupo regresó al lugar y determinó que cualquier intento de rescate sería imposible.
El cierre del caso Bell recuerda las hazañas y sacrificios de exploradores que marcaron el siglo XX en territorios inhóspitos (foto: British Antarctic Monument)
La recuperación y repatriación de los restos
El legado de Dennis Bell permaneció vivo entre sus compañeros y en la historia de la exploración polar, a través de relatos recogidos por figuras como Sir Vivian Fuchs, exdirector del BAS, en la obra “Of Ice and Men”. Dame Jane Francis, actual directora del BAS, subrayó la trascendencia de este suceso: “Dennis fue uno de los muchos y valientes miembros del FIDS que contribuyeron a las primeras etapas de la ciencia y la exploración de la Antártida en condiciones extraordinariamente duras”.
Además, Francis insistió en que el hallazgo cierra un misterio de décadas y permite recordar las historias humanas escondidas bajo la historia oficial de la ciencia antártica. Este tipo de eventos subraya el sacrificio y valentía de quienes, como Bell, desafiaron uno de los entornos más extremos del planeta.
Una vez recuperados por el equipo polaco, los restos de Dennis fueron trasladados a las Islas Malvinas en el buque de investigación BAS Sir David Attenborough, entregados al forense del Territorio Antártico Británico y posteriormente enviados a Londres, donde recibirán sepultura.