Pérdida de sede: El gobernador no podía firmar algo que no estaba reglamentado, responde la Gobernación a Aguilera


Para el comité organizador solo queda mirar para adelante y apostar por ser sede el 2027.

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El exgobernador en ejercicio Mario Aguilera y el gobernador Luis Fernando Camacho cruzaron acusaciones tras la confirmación de que Santa Cruz perdió la sede de la final única de la Copa Sudamericana. Aguilera sostuvo que durante su gestión se lograron compromisos de financiamiento, pero que el despacho de Camacho no firmó los contratos. En respuesta, el secretario de Gestión Institucional, afirmó que “el gobernador no podía firmar algo que no estaba reglamentado”.

La pérdida de la sede de la final única de la Copa Sudamericana sigue generando polémica en Santa Cruz. El secretario de Gestión Institucional de la Gobernación, José Luis Gómez, afirmó que el proyecto para remodelar el estadio Tahuichi fracasó por falta de gestión durante la administración del gobernador en ejercicio Mario Aguilera, quien dejó el cargo tras el retorno de Luis Fernando Camacho.

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Según Gómez, durante el periodo en que Aguilera estuvo al mando, no se reglamentaron los mecanismos para captar auspicios o concesiones privadas, ni se concretó el financiamiento prometido. “En las cuentas de la Gobernación no había un solo boliviano por concepto de auspicios o concesiones. No había reglamentación, ni contratos, y el avance real era de apenas 29% cuando debió estar en 50%”, señaló.

El secretario sostuvo que hubo disposición de empresarios privados para invertir, pero que no existían normas claras para formalizar los aportes. “Este es un problema netamente de gestión. Había voluntad, pero no había cómo recibir esos recursos de manera legal”, remarcó.

Por su parte, Aguilera responsabilizó a Camacho, asegurando que dejó la documentación lista para que el entonces gobernador en funciones firmara los contratos, pero que esto no ocurrió. Gómez desmintió esa versión y replicó que “el gobernador no podía firmar algo que no estaba reglamentado”.

La disputa interna se produce luego de que la Conmebol confirmara que Santa Cruz no será sede de la final 2025, lo que implica la pérdida de al menos 45 millones de dólares en ingresos para sectores como turismo, gastronomía y transporte, además de un daño a la credibilidad de la región como organizadora de eventos internacionales.

La Gobernación, bajo la gestión de Camacho, aseguró que ahora se está trabajando en regular los auspicios y en reactivar las obras del estadio, con el objetivo de postular nuevamente a Santa Cruz como sede para 2027.