Comparó que en condiciones normales, el sector automotriz importaba 60.000 autos por año. En la pandemia bajó a 35.000, luego subió hasta 45.000. Pero en 2024, por la escasez de dólares, solo internaron 29.000. Este año no llegará ni a los 16.000 vehículos, hecho que se debe a la falta de divisas, los altos impuestos y la competencia desleal de autos ilegales.
eju.tv / Audio: Radio Erbol
La Paz.– El gerente general de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), Luis Encinas, lamentó este viernes que importadores de vehículos legales enfrentan procesos en la Aduana Nacional desde hace años debido a observaciones mínimas, como raspaduras de apenas tres centímetros en automóviles de marca. Asimismo, dijo que cumplen con la normativa vigente, con todos los impuestos, además que enfrentan numerosas trabas, y ahora surge la propuesta de legalizar autos indocumentados.
«El perjuicio es enorme también para las casas importadoras que traen vehículos legalmente, con toda la documentación en regla. Ellos compiten contra autos chutos que entran sin papeleo y casi a precio de costo. El problema no es solo de precios. Tenemos mucho control de la Aduana Nacional, de Impuestos Nacionales y de la Autoridad de Empresas. Existe un decreto supremo (2232, si no me equivoco) que establece que no se aceptan vehículos con daños, aunque sean menores. Tenemos juicios de autos carísimos retenidos por años por un daño de 3 centímetros en el parachoques, pese a que esos daños están cubiertos por el seguro del transporte», detalló Encinas, tras invitar a los candidatos presidenciales que irán a segunda vuelta el 19 de octubre próximo.
Detalló que, pese a que estos daños cuentan con cobertura de seguro internacional, al momento del embarque desde fábrica, la normativa vigente impide que dichos vehículos sean liberados, lo que genera cuantiosas pérdidas para los afiliados de la CAB y procesos judiciales que se prolongan sin solución. “Hay casos de autos de alto valor retenidos por años en depósitos aduaneros solo por un rasguño en el parachoques”, lamentó.
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Asimismo, mencionó que en Bolivia, cuesta mucho ser legal, debido a que pagan alrededor del 50% en impuestos para importar vehículos. En cambio, con 2.000 dólares intentan nacionalizar un auto chuto. Recordó que la experiencia del 2011 demostró que la mayoría no tenía dinero para pagar, pedían diferimiento, cancelaban la primera cuota, vendían el vehículo y dejaban de pagar. Después la Aduana era la que debía perseguirlos para cobrar.
Comparó que en condiciones normales, el sector automotriz importaba 60.000 autos por año. En la pandemia bajó a 35.000, luego subió hasta 45.000. Pero en 2024, por la escasez de dólares, solo internaron 29.000. Este año no llegará ni a los 16.000 vehículos, hecho que se debe a la falta de divisas, los altos impuestos y la competencia desleal de autos ilegales.
En ese contexto, Encinas cuestionó que, en lugar de fortalecer la formalidad, se plantee nuevamente la nacionalización de autos chutos, en relación a la oferta que hizo uno de los candidatos presidenciales, que será elegido el domingo 19 de octubre próximo, y el elegido, ya sea Jorge Tuto Quiroga y Jaime Paz, asumirá el gobierno el 8 de noviembre próximo.
“Eso hundirá aún más a los importadores legales, que pagan alrededor del 50% en impuestos por cada vehículo ingresado al país. Mientras tanto, los ilegales entran casi a precio de costo y sin papeleo. Convocamos a los candidatos y autoridades a asumir responsabilidad y debatir propuestas serias para el sector automotor, en lugar de impulsar medidas que constituyen una apología del delito y ponen en riesgo la economía nacional», consideró Encinas.