La Policía coordina con la víctima y el Ministerio Público para que el caso no quede impune, ya que el atacante está prófugo.
eju.tv / Video: Bolivia TV
La fuerza anticrimen de Potosí busca al nieto del propietario de los 45 chivos que fueron masacrados en Tupiza, en una disputa familiar que terminó con el caso de biocidio que ahora es investigado por las autoridades.
«El denunciante sospecha que su nieto puede haber cometido este hecho porque tuvo problemas anteriores con su hijo; por violencia familiar éste ingresó a la cárcel y ese problema entre padre e hijo hizo que el nieto cometa este hecho», informó el director de la Policía de Potosí, Marco Dávalos.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El ataque ocurrió en la comunidad Pilquiza, de Tupiza. Cuando los propietarios de los animales ingresaron al corral, encontraron a los chivos muertos y otros tendidos en el piso cuando gemían de dolor; los cuerpos de los animales presentaban perforaciones y fracturas expuestas.
La Policía coordina con la víctima y el Ministerio Público para que el caso no quede impune, ya que el atacante está prófugo. Además, se cuenta con el apoyo de funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y veterinarios de la zona, que por primera vez fueron testigos de una bestialidad de esta magnitud.
La Ley 700 de defensa de los animales establece que el biocidio se sanciona con dos a cinco años de cárcel a «a quien matare con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal», como en este caso. El caso más reciente de la máxima condena por una brutalidad de estas características corresponde a El Alto, donde un mecánico fue sentenciado a cinco años de prisión por matar con crueldad extrema a un perro.