El dirigente campesino rechaza la decisión de las Seis Federaciones que lo apartaron junto a Andrónico Rodríguez. Afirma que no proviene de las bases, sino de un círculo reducido manejado por Evo Morales. Recuerda que él y otros ofrecieron hasta su libertad por el proceso de cambio.
eju.tv / Video: DTV
El dirigente campesino Humberto Claros, expulsado junto a Andrónico Rodríguez de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, rechazó la medida tomada por la directiva de ese sector y acusó a Evo Morales de utilizar su influencia para anular a cualquier liderazgo alternativo. Según el excandidato a senador por Cochabamba, la decisión no viene de las bases cocaleras, sino de un círculo cerrado del exmandatario que actúa por odio y resentimiento.
El pasado sábado, el XIII Congreso Ordinario de Mujeres de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba determinó la expulsión ‘definitiva’ del excandidato presidencial y titular del Senado, Andrónico Rodríguez; del dirigente Humberto Claros y otros acusados por ‘alta traición a la organización y sus principios ideológicos’, a quienes se los señala de supuesta conducta antiética, incumplimiento de compromisos adquiridos con las organizaciones, sabotaje interno, silencio cómplice ante la represión del gobierno, entre otros argumentos.
Sin embargo, para Claros se trata de un acto de revancha del máximo líder de los cocaleros de esa región y de su entorno cercano, que no disculpan que se le haya disputado el liderazgo del instrumento político. “Yo lo asumo más bien en el contexto del odio, del resentimiento, de la venganza de cierto círculo político evidentemente al mando de Evo Morales. No es un documento que viene debatido desde las bases, sino que se hace en un círculo cerrado. Yo conozco estos espacios y sé que es así”, apuntó.
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Foto: captura pantalla
Para el dirigente, la supuesta expulsión carece de fundamentos reales. “No lo tomo con mayor relevancia, es una expulsión entre comillas, un documento político que responde a la intención de que haya un solo líder y no haya ningún otro más. Ese es el delito”, remarcó, para posteriormente deslegitimar los argumentos. “Pero ninguno de sus fundamentos que hacen parte de esta ‘expulsión’ que es política, que es parte de la disputa en el asunto de que hay un solo líder y no hay ningún líder más y no sé qué”, puntualizó.
Cuestionó que Morales y sus seguidores se arroguen la exclusividad de la representación del bloque popular en el país, como si hubiesen patentado su autoría sobre la corriente ideológica, rechazó la forma en que se actuó, porque no se respetó el principio de la decisión de las organizaciones que debe surgir a partir de una posición mayoritaria de las bases y no así de los dirigentes que responden a una cabeza que sostiene que solamente mediante su figura se puede sostener al movimiento social.
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“Yo lo asumo en el marco de eso, en el marco de esta narrativa que han generad; es decir, nosotros somos la verdadera izquierda, no hay nadie más. Alguien ha patentado, me parece, a la izquierda en Bolivia, ¿no? O que el líder único es él y no va a haber nadie más, este es el contexto, este es el tema. Es decir, el debate, problemas, digamos, de liderazgo ahí; no es un problema de las bases. Las bases no van a creer que Humberto Claros sea traidor, porque todos sus fundamentos no van a entrar a mí”, interpeló.
El afín al presidente de la Cámara Alta recordó que él y otros militantes del proceso de cambio pagaron con cárcel su compromiso con el movimiento popular. “Nosotros fuimos a la cárcel y muchos de mis hermanos siguen en la cárcel. Si este es el trato a los luchadores en la cancha, yo no sé cuántos más se animarán realmente a ser parte de eso. Yo lo asumo como parte de este problema, de este círculo que está enquistado desde hace mucho tiempo”, dijo.
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El campesino, además, desestimó los argumentos incluidos en el documento de expulsión, que lo acusan de faltas éticas, división orgánica y silencio ante la represión. “Yo no tengo nada que ver con esas acusaciones. Nunca falté a las organizaciones. He apoyado movilizaciones y sigo defendiendo a Andrónico Rodríguez”, aclaró a manera de dejar en claro que en ningún momento transó con otra opción que no sea la izquierda revolucionaria expresada en el denominado proceso de cambio
Claros sostuvo que su respaldo a Andrónico Rodríguez responde a una convicción política y también a la esperanza de los presos del proceso de cambio. “Yo no me arrepiento de apoyar a Andrónico Rodríguez porque fue también apoyar a nuestros hermanos presos que siguen todavía en las cárceles. La verdad no es propiedad de unos cuantos”, subrayó sobre la determinación que tomó de alejarse de Evo Morales y el Estado Mayor del Pueblo.
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El representante campesino afirmó que Bolivia atraviesa un momento de transición en la izquierda, que obliga a replantear principios y liderazgos. “Yo creo que está iniciando una transición dura, muy complicada. Nadie está entregando las cosas fáciles a Andrónico o a mí. Andrónico es joven, esto empieza, hay que asumir esta responsabilidad”, afirmó en el marco de la búsqueda de los nuevos liderazgos que buscan abrir un camino distinto al transitado con Evo Morales.