Ministerio de Salud descarta suspensión de atención a pacientes renales y garantiza servicio de hemodiálisis


«Vamos a mostrar con documentos que la atención a los pacientes renales a nivel nacional en todos los centros donde tenemos convenio sigue estando vigente y no ha sido interrumpida en ningún momento».

Video: Bolivia Tv

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El Ministerio de Salud y Deportes aseguró este martes que la atención de los pacientes renales no ha sido interrumpida en ningún centro del país, tanto público como privado. El Asesor de Despacho del Ministerio de Salud y Deportes, Javier Moreno, señaló que “los pacientes renales acuden de manera normal a sus sesiones de diálisis en todos los departamentos” y pidió no politizar un tema tan sensible.

Esto en respuesta a la protesta que realizaron los pacientes renales en Santa Cruz exigiendo atención médica continua en sus sesiones de diálisis. Sin embargo, la medida de presión con huelga de hambre, debió suspenderse luego de que una de las pacientes se descompensara y fuera trasladada a terapia intensiva, hecho que generó alarma sobre la situación del servicio.

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El director nacional de Redes de Salud, Yecid Humacayo, informó que se desplegó personal para verificar de inmediato las denuncias en Santa Cruz. Según dijo, todas las unidades de hemodiálisis ratificaron que no hubo interrupciones, fallecimientos ni ingresos a terapia intensiva relacionados con un abandono del tratamiento.

Humacayo mostró documentación y ratificó que el servicio para los pacientes renales se realiza con total normalidad en todos los centros de salud que el Ministerio tiene convenio.

Por su parte, la responsable del Programa Nacional de Salud Renal, Sdenka Maury, indicó que tras supervisiones presenciales y contactos con pacientes en distintos departamentos, se confirmó que el servicio se prestó con normalidad.

Con esto aclararon que existen convenios suscritos con 44 centros privados y con la red pública, lo que garantiza la atención continua durante toda la gestión.

El conflicto pone en evidencia la preocupación de un sector altamente vulnerable. Mientras los pacientes reclaman que su salud corre riesgo y denuncian retrasos en la atención, las autoridades insisten en que el servicio está plenamente garantizado y que no existe ninguna interrupción en el país.