Camacho se declaró en resistencia pacífica dentro del predio y exigió la inmediata intervención de la Policía y la Fiscalía para liberar a los retenidos y recuperar el control del terreno invadido.
Con una comitiva de autoridades y cívicos, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ingresó hoy (3°) a la propiedad Patujú en el municipio de Montero, donde denunció que él y su comitiva fueron retenidos por presuntos avasalladores afines al MAS que mantienen secuestradas a varias personas en el lugar.
Camacho se declaró en resistencia pacífica dentro del predio y exigió la inmediata intervención de la Policía y la Fiscalía para liberar a los retenidos y recuperar el control del terreno invadido.
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«Llegamos a ingresar a la propiedad que ha sido avasallada, tomada de violentos masistas en busca de agarrar tierras que no les pertenecen. De aquí, de esta propiedad, no nos vamos a mover hasta que la Policía haga su trabajo y garantice que toda esta gente que se encuentra secuestrada pueda salir como cualquier ciudadano», enfatizó Camacho desde el predio ‘Patujú’. Desde sus redes sociales, la autoridad cruceña calificó a los ocupantes como «un grupo de delincuentes que solo busca aprovecharse de lo ajeno».
Camacho enfatizó que «lo que hoy han hecho es incumplir la ley» y responsabilizó directamente a la Fiscalía y a la Policía de «salvaguardar las vidas de quienes han sido víctimas del atropello, del abuso, del avasallamiento».
El gobernador cruceño reiteró que su permanencia en el lugar sería indefinida hasta que las fuerzas del orden restablezcan la seguridad y permitan la salida de todas las personas retenidas.
«Un nuevo caso de avasallamiento violento golpea a Santa Cruz. Un acto delincuencial que no solo atenta contra la propiedad privada, sino que atenta contra la vida de las personas», denunció Camacho.
El conflicto se desarrolló en medio de fuertes tensiones en lo que se registraron enfrentamientos donde avasalladores lanzaron piedras contra la comitiva del gobernador. La ausencia de fuerzas policiales durante los ataques generó mayor preocupación entre las autoridades presentes, quienes permanecen en el lugar a la espera de que se concrete la intervención institucional para resolver el conflicto territorial.