El economista advierte que la falta de carburantes, la escasez de dólares y la baja producción están golpeando al comercio exterior y al bolsillo de los bolivianos.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- En entrevista con La Hora Pico de eju.tv, el economista Fernando Romero analizó las causas y consecuencias del déficit comercial registrado en agosto, que alcanzó los 85 millones de dólares, reflejando —según dijo— una economía boliviana “con bajo dinamismo y grandes desequilibrios estructurales”.
Romero recordó que si bien el déficit de agosto no es el más alto del año —en febrero se reportaron 241 millones de dólares negativos—, el resultado vuelve a poner “los pies en la tierra” sobre la fragilidad económica del país.
“La economía está desacelerada, con un dinamismo muy bajo. A eso se suman los problemas en la provisión de carburantes, la escasez de dólares y un contexto de incertidumbre político-electoral”, explicó el economista en entrevista en el programa radial La Hora Pico de eju.tv que conducen Belén Mendivil, Jorge Robles y Ernesto Justiniano.
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Según los datos que expuso, el saldo comercial acumulado entre enero y agosto es negativo en 579 millones de dólares, y el 62% de los meses del año han sido deficitarios. En comparación con 2023, las exportaciones cayeron un 4% y las importaciones un 5%.
Romero destacó además que el sector hidrocarburífero atraviesa una contracción del 34,5%, mientras que la industria manufacturera apenas creció un 1,1%. “La extracción de minerales ha sostenido parcialmente la balanza, con un crecimiento del 11%, pero no es suficiente para revertir la tendencia”, afirmó.
Una estructura económica poco diversificada
El analista sostuvo que el país sigue anclado en un modelo primario exportador, con escaso aporte de la industria y sin una verdadera diversificación productiva.
“Más allá de los buenos deseos de sustituir importaciones e industrializar, no hemos diversificado la economía. Seguimos dependiendo de materias primas, con una industria débil y altos costos de importación”, dijo.
Romero advirtió que mientras persistan los problemas de inflación, escasez de divisas y falta de carburantes, Bolivia podría cerrar 2025 con números negativos en su balanza comercial.
Reformas urgentes y estructurales
Consultado sobre las medidas para revertir la situación, Romero propuso acciones de corto, mediano y largo plazo. En lo inmediato, dijo, el Gobierno debe garantizar el suministro de diésel y gasolina, así como mejorar la disponibilidad de dólares para el comercio exterior.
“Sin carburantes no hay producción, transporte ni comercialización. Si no se asegura la provisión oportuna, las fábricas no podrán importar insumos ni producir con regularidad, y eso limita las exportaciones”, advirtió.
A mediano plazo, recomendó impulsar reformas en las leyes de inversión, laboral y tributaria, además de una ley anti bloqueos que proteja al comercio exterior y una norma específica para exportadores e importadores que reduzca trabas burocráticas.
Impacto en la economía familiar
El economista subrayó que los problemas del comercio exterior afectan directamente al bolsillo de los ciudadanos. “Cuando las importaciones se encarecen, los bienes y servicios llegan más caros al consumidor. Eso reduce el poder adquisitivo y encarece la vida cotidiana. Las familias de menores ingresos son las más golpeadas”, explicó.
Las declaraciones del economista las pueden escuchar desde el minuto 07:57 del video adjunto en la presente nota.