Gracias a las gestiones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia ante su par de Italia, el país logró recuperar una valiosa pieza patrimonial de la civilización tiwanacota, un kero ceremonial de más de 2.000 años de antigüedad
Por: eju.tv
La canciller de Bolivia, Celinda Sosa, llegó a la ciudad de Turín, en Italia, para recuperar una valiosa pieza patrimonial de la civilización tiwanacota, un «k’ero» ceremonial de más de 2.000 años de antigüedad. El acto de restitución se realizó este lunes.
«Hoy es un día muy importante para todos los bolivianos y bolivianas, porque regresa a nuestras manos el k´ero tiwanacota, una pieza patrimonial de alto valor para nuestra soberanía cultural», afirmó la jefa de la diplomacia boliviana, cita un boletín institucional.
Gracias a las gestiones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia ante su par de Italia, el país logró recuperar una valiosa pieza patrimonial de la civilización tiwanacota, un kero ceremonial de más de 2.000 años de antigüedad, informó la Cancillería.
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El k’ero
El acto de restitución se realizó este lunes en la ciudad de Turín. Sosa anunció que «este vaso ceremonial volverá pronto a Bolivia para ser entregado al Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización y al pueblo boliviano».
El k´ero es un tipo de vaso de cerámica que era utilizado en ceremonias religiosas y «refleja la belleza y la calidad de la cerámica tiwanacota».
«Las decoraciones de estas piezas expresaban escenas de la vida cotidiana y una profunda fe espiritual que ha perdurado hasta nuestros días. Los keros eran confeccionados en pares —representando al hombre y la mujer— y simbolizaban la dualidad y complementariedad de la vida», se lee en el boletín de la Cancillería.
«Estamos ante un tesoro, una página de nuestra historia que contiene códigos de la memoria colectiva de la humanidad», destacó Sosa.
Trámite
A nombre del presidente Luis Arce y del país, la ministra Sosa expresó su agradecimiento a la misión diplomática de Bolivia en Italia y al Gobierno de Italia «por su voluntad y cooperación para la restitución de esta pieza que representa un símbolo de la identidad y la memoria histórica del país».
«Podemos decir con satisfacción que este bien patrimonial retornará a Bolivia gracias al diálogo y la concertación iniciada en junio de 2024 con instituciones italianas», añadió.