Con un 9 a 10 por ciento del electorado aún sin decisión o que apuesta por el voto nulo o en blanco, los sondeos de Red Uno y Unitel revelan que el balotaje está abierto: la clave estará en quién logre movilizar ese bloque decisivo.
Foto: captura pantalla
A tan solo seis días de la inédita segunda vuelta presidencial en Bolivia, las últimas encuestas de Captura Consulting para la Red Uno e Ipsos-Ciesmori encargada por Unitel, coinciden en un elemento que será fundamental en la elección del domingo 19 de octubre: el porcentaje de indecisos y de votos no definidos (entre nulos y blancos) es lo suficientemente alto como para modificar el resultado final; es decir, más allá de dar una certidumbre sobre el resultado, La ventaja que muestran los sondeos no es garantía de triunfo y la elección está más abierta que nunca.
Según el estudio divulgado por Unitel la pasada jornada, Quiroga alcanza el 44,9% y Rodrigo Paz el 36,5%, pero el 9,3% del electorado todavía no tomó una decisión o prefiere no apoyar a ningún candidato. Si se hace una operación simple, la diferencia entre amos es de 8,4% menor al porcentaje de los indecisos; si a ello se suma el margen de error que está por encima del 2%, se colige que en la recta final será ese grupo el que determine si Paz o Quiroga ocuparán el sillón presidencial a partir del 8 de noviembre.
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En detalle, un 20% aseguró inicialmente que no había decidido su voto, y un 17 % señaló que ninguno de los candidatos lo convencía; de esos segmentos, ya emergen inclinaciones atribuidas: Quiroga atrae 3,5%; Paz 9,6%, mientras el resto permanece en la nebulosa u opta por blanco o nulo. De acuerdo con la encuesta, los votos blancos crecieron, de 3,5% a 3,7%. Mientras que los nulos pasaron de 4,7% a 5,6%. Los indecisos subieron respecto a su primer sondeo estos de 5,5% a 9,3%.
Del 17% que asegura que no le convence ningún candidato, un 4,5% se fue ya con Paz; otro 4,2% apoya a Quiroga; un 5,8% piensa votar blanco o nulo y un 2,6% engrosa las filas de los indecisos. También hay indecisos ocultos entre los que al principio declararon que ya tenían decidido su voto: representan el 2,6% de los encuestados por lo que en general, el nivel de indecisos está en 9,3% y los candidatos tienen menos de una semana para conquistarlos, una tarea ineludible que puede significar el triunfo en el balotaje.
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Por su parte, la encuesta de Captura Consulting, difundida por Red Uno, sitúa a Quiroga con 42,9% frente a 38,7% de Paz, en una distancia estrecha de 4,2 puntos. En ese estudio también se registra un 10 % de indecisos, 5,8 % de nulos y 2,6 % de votos en blanco. La diferencia entre ambos candidatos, por tanto, es menor que el bloque de indecisos y votos residuales. Para los analistas, este hecho constituye el verdadero campo de batalla electoral y en el que los frentes deben poner atención en estos pocos días que restan antes del silencio electoral.
El analista Carlos Valverde advierte que la pérdida de apoyo de ambos contendientes, más que la brecha entre ellos, revela una fragilidad de solidez política, por lo que ambos candidatos deberían ‘priorizar lo que de verdad importa y que no lo han tocado todavía’. Desde otra óptica, Óscar Ortiz observa que Quiroga está más cerca del umbral de victoria: le faltarían alrededor de 5,1 puntos para superar el 50 % +1, contra los 13,5 que necesitaría Paz.
Pero, ello implica que los indecisos deben moverse mayoritariamente hacia el candidato del PDC para cambiar el escenario. Sin embargo, el economista Armando Ortuño considera que esos indecisos podrían favorecer a Paz, dado que muchos provienen de votantes que rechazaron todas las opciones en la primera vuelta o votaron nulo, sectores que probablemente busquen una alternativa más moderada en esta segunda fase.
Foto: Red Uno
Por su parte, el analista y exvocal del Tribunal Electoral Departamental TED de Santa Cruz, Fernando Castedo, afirmó que la segunda vuelta será definida por el eje troncal del país. “El que gane el eje troncal va a ganar las elecciones, y en este momento, el eje troncal está empatado”, afirmó, para luego alertar sobre la alta proporción de votos indecisos, especialmente en regiones como Beni, donde llegan al 20%, según la encuesta de Captura Consulting.
“No existe gran diferencia entre el segundo y el primero”, aseguró Castedo, en referencia al margen entre Jorge Tuto Quiroga (42,9%) y Rodrigo Paz (38,7%), que es de aproximadamente 4 puntos porcentuales, según ese estudio de intención de voto. El experto advirtió que, sumando el margen de error de la encuesta, más el porcentaje de indecisos (10%), voto nulo (5,8%) y blanco (2,6%), el escenario sigue abierto.
El economista Juan Fernando Subirana destaca el papel central que tendrán los indecisos en el resultado final y augura ‘un final de fotografía’ debido a que solo hay cuatro puntos de diferencia y un gran número de indecisos, es decir, ‘la elección está para cualquiera de los dos’. Según el analista, el voto indeciso no se moverá necesariamente por propuestas concretas, sino por percepciones. “Ese voto va a terminar decantándose tristemente por el menor rechazo», explicó.
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Pero en cuanto a los escenarios por candidato, según Red Uno, el total de ciudadanos consultados que pretende votar por Rodrigo Paz, el 75,5% está totalmente decidido, todavía hay un 24,5% de personas que tiene la intención de votar por él, pero que puede cambiar su decisión. Por otra parte, de los que pretenden votar en Blanco, el 47,6% ya tiene esa decisión tomada y el 24,5% puede cambiar. Mientras que de los que pretenden votar Nulo, el 59,1% ya está completamente seguro, mientras que el 40,9%, puede cambiar de decisión.
En cuanto a Jorge Tuto Quiroga, de aquellos que manifiestan su intención de votar por Jorge Tuto Quiroga, el 83,8% está totalmente decidido, según la encuesta de Captura Consulting. Si bien el porcentaje de fidelización es mayor al de Rodrigo Paz, hay un 16,2% de personas que tiene la intención de votar por el expresidente que puede cambiar su determinación. Las cosas para ambas opciones no están claras del todo y el domingo puede haber una sorpresa tal cual sucedió en la primera vuelta.
La conclusión es clara: ambos candidatos aún pueden perder si no logran conectar con ese segmento inestable. Es un escenario de máxima tensión, donde la ejecución táctica en los días finales puede pesar más que el liderazgo estadístico de los estudios de percepción. A ello se suma un ‘voto fantasma’, que está compuesto sobre todo por aquellos seguidores de Evo Morales que dieron un 19% al voto nulo en la elección del 17 de agosto. Ese es un detalle fundamental.
En ese contexto, el balotaje no es una carrera entre dos, sino un pulso por el voto latente. Los sondeos muestran un liderazgo, pero la verdadera contienda está en la veta invisible de ese electorado que aún no se manifiesta. Si Paz consigue que ese sector lo adopte en proporción mayor, puede revertir lo que hoy parece desventaja. Si Quiroga logra retener o fragmentar ese caudal, consolidará su ventaja. La elección de octubre podría ganarse en los silencios, no sólo en los votos ya declarados.