La analista subrayó que el combate a la pobreza requiere también reconstruir la confianza y la cohesión social, a través de un pacto nacional que institucionalice la educación y la salud pública, garantizando su calidad y equidad.
eju.tv
Santa Cruz.- La analista en políticas sociales de la Fundación Jubileo, Carla Cordero, presentó una serie de propuestas para enfrentar la pobreza en Bolivia mediante un plan integral de corto y largo plazo, orientado a fortalecer las redes de protección social, promover empleos de calidad y reconstruir la cohesión institucional del país.
“No se trata solo de generar ingresos, sino de generar empleos de calidad, menos precarios, y de vincular la educación con las necesidades productivas del país”, señaló Cordero. Advirtió que la desvinculación entre el sistema educativo y el aparato productivo “está matando la capacidad de desarrollo nacional”, por lo que urgió al próximo gobierno a asumir políticas estructurales “para romper el círculo vicioso de la pobreza”.
Según los datos de la Fundación Jubileo, más de cinco millones de bolivianos viven en condiciones de pobreza extrema o moderada, lo que refleja una crisis no solo económica, sino también energética, institucional y social.
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Ante esta situación, Cordero en La Hora Pico de eju.tv planteó políticas de corto plazo centradas en la modernización del sistema de transferencias sociales, bajo tres principios: de Focalización precisa, a través de un registro social único interoperable que integre información de pobreza, salud y educación.
La Indexación responsable y progresiva al IPC, para garantizar que los bonos y subsidios mantengan su poder adquisitivo frente a la inflación. Y la Gestión digital y transparente de pagos, que permita la trazabilidad y eficiencia en la entrega de beneficios a los hogares más vulnerables.
De manera complementaria, Jubileo propone políticas estructurales de largo plazo, enfocadas en la transición del empleo informal hacia la formalización, acompañada de créditos para microempresas, incentivos productivos y acceso a protección social. “No se puede seguir naturalizando que 85 de cada 100 trabajadores carezcan de seguridad social o acceso a salud. La formalización debe ser progresiva, flexible y compatible con la realidad productiva local”, remarcó Cordero.
La analista subrayó que el combate a la pobreza requiere también reconstruir la confianza y la cohesión social, a través de un pacto nacional que institucionalice la educación y la salud pública, garantizando su calidad y equidad.