Con la clausura programada para el viernes 31 de octubre, la Cámara de Senadores tiene prevista una última sesión ordinaria en un intento por aprobar los proyectos de ley pendientes. Sin embargo, la pugna por la fecha de cierre final expone las tensiones de un poder legislativo que llega a su fin entre acusaciones de desidia y un historial de gestión considerado por muchos como deficiente.
El senador de Comunidad Ciudadana (CC), Santiago Ticona, encabezó las críticas contra la decisión de clausurar el trabajo legislativo este viernes y acusó al vicepresidente David Choquehuanca de precipitar el cierre de sesiones por desesperación personal. Además, el legislador exigió que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) continúe sus funciones hasta el 7 de noviembre, fecha que marcaría el fin exacto del mandato de cinco años.
«El señor Choquehuanca está desesperado de irse. Nosotros hemos asumido nuestras funciones el 7 de noviembre, hace cinco años atrás, y lo correcto es que hasta el 7 de noviembre deberíamos seguir trabajando», afirmó Ticona y fundamentó su exigencia de extender el periodo de sesiones, por lo que no ahorró calificativos contra el presidente de la ALP.
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El legislador justificó su postura al argumentar una agenda legislativa, con varios proyectos de ley pendientes, que no puede quedar inconclusa. Asimismo, el senador enfatizó que el pleno de senadores ha instado a la directiva a gestionar la continuidad de las sesiones hasta la fecha que consideran límite constitucional.
Entre los asuntos urgentes, Ticona mencionó la necesidad de resolver diferencias entre las cámaras. «Al ver que diputados han rechazado las abrogaciones que han hecho los senadores, eso también se tiene que resolver en el pleno de la Asamblea Legislativa», señaló y tildó de «irresponsable» la intención de Choquehuanca de clausurar anticipadamente las actividades.
Este forcejeo político se da en el contexto de una gestión legislativa ampliamente cuestionada. La actual Asamblea ha sido criticada por su escasa producción en materia de leyes sociales, concentrándose mayoritariamente en la transferencia de bienes, la aprobación de préstamos internacionales y declaraciones patrimoniales o festivas, mientras que el propio Choquehuanca ha sido señalado por su falta de acción para construir consensos y gobernabilidad.
Con la clausura programada para el viernes 31 de octubre, la Cámara de Senadores tiene prevista una última sesión ordinaria en un intento por aprobar los proyectos de ley pendientes. Sin embargo, la pugna por la fecha de cierre final expone las tensiones de un poder legislativo que llega a su fin entre acusaciones de desidia y un historial de gestión considerado por muchos como deficiente.
