El exlegislador advirtió sobre la reacción popular frente a esta decisión judicial y enfatizó que ellos se mantendrán vigilantes. “La tolerancia tiene un límite, esperemos que esa tolerancia no llegue pronto», advirtió Arce en un mensaje dirigido directamente a los magistrados del TSJ.
El exdiputado evista del MAS, Héctor Arce, calificó hoy (5°) como «político y al margen de la ley» el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que dispuso la liberación inmediata de la expresidenta Jeanine Áñez. Arce anunció que el movimiento evista revisará esta decisión judicial mediante otros mecanismos, mientras la exmandataria prepara su salida del penal de Miraflores y su participación en la posesión de Rodrigo Paz.
El exlegislador masista no ahorró críticas contra el presidente del TSJ, Romer Saucedo, y la resolución judicial. «Lamentablemente esta decisión de Romer Saucedo es una decisión política, al margen de la ley, al margen del procedimiento que establece la investigación», afirmó Arce y cuestionó la legitimidad del proceso que anuló una sentencia de 10 años.

Arce expresó su incredulidad ante la decisión del TSJ que anuló una sentencia de 10 años que tenía Áñez y planteó una pregunta retórica sobre la competencia de los jueces que originalmente condenaron a la expresidenta. «¿Qué implica eso? ¿Qué esos jueces eran ineptos, no conocían la ley, no sabían lo que hacían?», agregó.
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El exlegislador advirtió sobre la reacción popular frente a esta decisión judicial y enfatizó que ellos se mantendrán vigilantes. “La tolerancia tiene un límite, esperemos que esa tolerancia no llegue pronto», advirtió Arce en un mensaje dirigido directamente a los magistrados del TSJ.
Mientras el evismo sufre por no tener representación parlamentaria en la próxima legislatura y se rearticula, la expresidenta Áñez se prepara para recuperar su libertad este jueves a las 10:00 horas desde el penal de Miraflores. Su hija, Carolina Rivera, confirmó que la exmandataria «está muy feliz, muy emocionada» y asistirá como «expresidenta constitucional de Bolivia» a la posesión del presidente electo Rodrigo Paz, en lo que representa un gesto de apoyo al nuevo Gobierno y un simbólico reingreso a la vida política nacional.