“Lucha contra la corrupción y el narcotráfico se fortalece con el nuevo Gobierno”: Justiniano afirma que alto mando policial no responde a intereses particulares


El acto sirvió también para esbozar la hoja de ruta de la institución, que incluye la modernización de la formación policial, el fortalecimiento de la infraestructura y la apertura a estándares internacionales, todo bajo los principios de transparencia y cooperación. El objetivo final, según las autoridades presentes, es que la Policía recupere su rol como pilar del Estado y garante de la seguridad ciudadana.

eju.tv



El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, manifestó esta noche (1°) que la lucha contra la corrupción y el narcotráfico recibe un impulso decisivo con la nueva conducción de la Policía y aseguró que la designación del Comandante General, Mirko Sokol, se realizó bajo criterios de mérito y sin influencias externas. En un acto de reconocimiento al nuevo jefe policial en la Academia Nacional de Policía, Justiniano enfatizó que el mando institucional ahora responde a una visión de Estado.

“El ministro Oviedo reafirmó algo fundamental para la confianza pública: la definición del alto mando policial se realizó sin presiones, sin llamadas y sin recomendaciones, eligiendo al mejor hombre para este momento decisivo”, afirmó el viceministro. Con ello, sostuvo que se envía un mensaje claro de que la institución policial ya no está sujeta a intereses particulares.

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Justiniano, quien acompañó al ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, en la ceremonia, destacó el proceso de selección como un punto de quiebre para restaurar la confianza. En su discurso, el general Mirko Sokol fue contundente al señalar el fin de una serie de malas prácticas dentro de la institución.

Asimismo, la autoridad proclamó que su llegada marca un “tiempo de esperanza y renovación” y anunció de manera tajante que “los abusos, los pagos indebidos y las malas prácticas se terminan hoy”, comprometiéndose a un liderazgo basado en el ejemplo y la disciplina.

La autoridad viceministerial vinculó directamente esta renovación en la cúpula policial con una mayor efectividad en las áreas bajo su responsabilidad. Justiniano reforzó este punto al declarar que “la lucha contra la corrupción y el narcotráfico se fortalece con esta nueva conducción”, bajo el argumentó que las instituciones recuperan su fuerza cuando el mando proyecta autoridad legítima y coherencia ética.

El acto sirvió también para esbozar la hoja de ruta de la institución, que incluye la modernización de la formación policial, el fortalecimiento de la infraestructura y la apertura a estándares internacionales, todo bajo los principios de transparencia y cooperación. El objetivo final, según las autoridades presentes, es que la Policía recupere su rol como pilar del Estado y garante de la seguridad ciudadana.

Por último, Justiniano renovó el compromiso del Gobierno con los más de 40.000 policías del país y con la ciudadanía, centrado en tres ejes: recuperar el prestigio perdido de la institución, honrar el uniforme y transformar la Policía desde sus bases. La ceremonia se perfiló así como el acto fundacional de una nueva etapa que pretende dejar atrás prácticas que, según admitieron, habían erosionado la legitimidad de la fuerza pública.